¿POR QUÉ CRECIÓ LA POBREZA Y LA INDIGENCIA EN 2020?

Por Isaac Rudnik

Las restricciones que impuso la pandemia no son el único factor que influyó y la reactivación económica no está trayendo alivios importantes a los sectores de menores ingresos. A continuación analizamos algunos datos para responder nuestra pregunta: ¿Porqué creció la pobreza y la indigencia en el 2020?

El INDEC anunció el miércoles 31 de marzo, que en el segundo semestre de 2020 la pobreza llegó al 42% de la población, y que un 10,5% de los argentinos y argentinas son considerados/as indigentes, porque no cuentan con los ingresos necesarios para adquirir sus productos indispensables para alimentarse adecuadamente cada mes.

En 2019 los niveles de pobreza oscilaron del 35,4% (primer semestre) al 35% (segundo semestre). En un 2020 cruzado por la pandemia, creció la cantidad de argentinos y argentinas pobres, fluctuando del 40,9% (primer semestre) al 42% (segundo semestre).

Ante estos datos cabe preguntarse: ¿ Las restricciones a la circulación que impuso la pandemia  fueron el único factor que influyó para este incremento ?

Veamos como evolucionaron durante 2020 algunas de las más importantes variables que tienen fuerte influencia en los niveles  ingresos y gastos de los y hogares, y por lo tanto en su posibilidad de superar  la línea de pobreza.

En el tercer semestre la evolución de los salarios y las variaciones de la Canasta Básica de Alimentos  y Canasta Básica Total, marcharon en paralelo sin sacarse ventajas siginificativas, porque los incrementos salariales fueron compensando relativamente los aumentos de los precios.

Sin embargo, desde el inicio del cuarto trimestre las tendencias de una y otra variable se van distanciando, porque mes a mes los incrementos salariales están muy por debajo de las subas de los precios, lo que significa que en ese período en que se va acentuando el regreso de una importante cantidad de actividades económicas, el promedio de los salarios entran en una pronunciada pendiente caracterizada por la pérdida de su poder adquisitivo.

Por último, agregamos los valores de enero 2021 (último mes publicado) que muestran , que iniciamos el presente año con los salarios bajando por el mismo tobogán de finales del anterior.

EVOLUCIÓN EN EL MERCADO DE TRABAJO

Observamos a continuación, algunos indicadores significativos del último informe publicado por el INDEC sobre las variaciones en el mercado trabajo.

Como se puede observar, entre el tercer y cuarto trimestre del 2020 hay un crecimiento de la población ocupada, un leve decrecimiento de la desocupación abierta y una suba significativa de la subocupación y de los ocupados en busca de empleo. Lo que anuncia que si bien hay más oferta en el mercado de trabajo, es muy probable que –entre otros límites- los empleos ofrecidos no tengan remuneraciones que equiparen los valores de las canastas básicas. Por lo que en este período obtener empleo no significa salir de la pobreza, o incluso de la indigencia.

IFE, JUBILACIONES, AYUDAS ALIMENTARIAS

A principios de 2020 en el marco de la Emergencia Alimentaria el Gobierno empezó a distribuir la Tarjeta Alimentar destinada a las familias de menores ingresos, dotada de un monto de cuatro a seis mil pesos mensuales para la compra de alimentos esenciales. Pocos días después de decretarse el Aislamiento Social Obligatorio, se instituyó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que fue una ayuda de diez mil pesos transferidas en tres oportunidades a lo largo de siete meses (fueron poco menos de cinco mil por mes). Los aumentos a los jubilados llevaron la mínima en septiembre pasado a $18.128 y en marzo pasado a $20.571.

Diferentes investigaciones –entre las que se encuentra el IFAL realizada por el ISEPCi sobre fin de año- concluyeron que la Tarjeta Alimentar fue una ayuda importante pero insuficiente, que no alcanzó a resolver las necesidades básica de las familias que la recibieron, con el agravante que, haciendo caso omiso a los constantes aumentos de los alimentos, mantuvo el monto inicial hasta finales de año. El IFE fue suspendido definitivamente en noviembre, mientras que la jubilación mínima estaba –y sigue estando- lejos de cubrir la Canasta Básica de los jubilados.

Es claro entonces que en el marco de las duras condiciones que generó el advenimiento de la pandemia, las políticas del Gobierno destinadas a impedir el aumento de la pobreza, por lo menos en los niveles que se incrementó, fueron mezquinas e insuficientes.

Nos preocupa que en estos primeros meses no se observan modificaciones sustanciales, ni medidas firmes que contengan la escalada inflacionaria de los alimentos que de enero a marzo  registra subas superiores al 10%.


*Isaac Rudnik, director del ISEPCi. (Teléfono: 11-41882603).