Por Isaac Rudnik y Juan Fresno.
El Gobierno anunció una inflación de 29% para el presente año, sin embargo no puede contener la aceleración de aumentos del último trimestre del 2020.
Según el relevamiento mensual en los comercios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense, los precios de los alimentos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en marzo subieron 5,18%.
El rubro de productos de almacén aportó un incremento de 7,84%, mientras que las carnes aumentaron 6,94%, a pesar de la vigencia del programa de precios máximos para cortes populares que se ofrecen en algunas cadenas de supermercados. Las frutas y verduras, esta vez tuvieron una baja de 4%.
En el presupuesto nacional aprobado por el Congreso, se calcula una inflación del 29% para todo el 2021. Para que se cumpla esta previsión es indispensable detener la escalada de aumentos en todos los precios de la economía, motorizados por los continuos incrementos en alimentos, que fundamentalmente se verificó en los últimos meses del año pasado.
Ahora bien, cerrado el primer trimestre de este año, las subas mantienen los mismos ritmos que en el final de 2020.
Las variaciones en los precios de los alimentos de octubre del año pasado a marzo 2021 oscilaron entre el 3 y el 5,5% cada mes. En total en estos seis meses llego a un 28,94%.
Así, en el último semestre las carnes aumentaron 33,84%, las frutas y verduras 29,88 % y los productos de almacén 19,26 %.
LOS AUMENTOS DEL PRIMER TRIMESTRE DE 2021
En el primer trimestre de este año algunos productos aumentaron muy por encima del promedio. En el rubro de almacén se adelantaron en esta carrera que no tiene línea de llegada, el queso cuartirolo, (+21,64%), el aceite mezcla (+21,74), el pan (+20%), y la yerba (13,33%).
En frutas y verduras los que mas se incrementaron están naranjas (+42,86), lechuga (35,50%), tomates y mandarinas (+25%), cebolla (+16,67%).
Dentro del rubro de las carnes, lo más significativo es que entre los cortes de carne que más subieron, están aquellos a los que el Gobierno les puso precios máximos congelados. La nalga para milanesa aumentó 26,92%, el asado 20%, la carne picada 18,92%, la carnaza 18,81%, y la paleta 19,56%.
APRECIACIONES FINALES
La recuperación que viene asomando tímidamente -en un horizonte jaqueado por la segunda ola de la pandemia que ya está entre nosotros- no da signos que vaya a alcanzar con sus beneficios a los sectores de menores ingresos.
No hay manera de revertir este camino unidireccional que conduce solo a unos pocos, sin cortar el hilo de aumentos incontenibles que cotidianamente se descargan sobre los valores de los alimentos más indispensables para la dieta de las familias argentinas.
Tampoco, hay manera de detener el proceso por el cual las transferencias directas de rentas desde el Estado a las familias de menores recursos, solo les sirvan para pagar los precios mas caros de los mismos productos, dejándolas sin posibilidades de mejorar la calidad de sus dietas.
Los integrantes del Gobierno tienen claro que la inflación –principalmente de alimentos- es el primer y principal obstáculo a sortear para ir hacia un modelo más inclusivo. Sin embargo, hay allí ceguera o debilidad política para afrontar los inevitables conflictos con poderosos intereses que no quieren resignar parte de las enormes ganancias que se viene apropiando desde hace varios años.
Ceguera o debilidad política, son dos limitaciones igualmente preocupantes para pensar que hay posibilidades de generar los cambios indispensables para torcer un rumbo que nos mantiene dentro de un pantano de desigualdad. Las dos parecen no solo estar presentes en el gobierno, sino que por ahora predominan.-
*Isaac Rudnik, director del ISEPCi. (Teléfono: 11-41882603).