Por Sofía Botto*
Uno de los temas más relevantes para nuestro país es sin dudas nuestro reclamo histórico de soberanía sobre las Islas Malvinas. Una cuestión que no debería quedar afuera de la agenda de ningún gobierno, sea del tinte político que sea, y un tema que tampoco pasa desapercibido cuando hablamos del candidato libertario Javier Milei.
EL ROL DE LOS ISLEÑOS SEGÚN MILEI Y MONDINO
Milei es un confeso admirador de la ultraliberal Margaret Tatcher, quien fuera Primera Ministra británica durante la Guerra de Malvinas en 1982. Además considera que la mejor presidencia de Argentina fue la de Carlos Menem y se deshace en elogios cuando tiene que hablar sobre Mauricio Macri.
Hace poco más de un mes se encendió una alarma cuando Diana Mondino, quien sería la titular de la Cancillería argentina en el caso de que el candidato de La Libertad Avanza gane la elección presidencial, dijo en una entrevista al diario británico The Telegraph que “los derechos de los isleños deben ser respetados” refiriéndose a la disputa por soberanía sobre las Islas Malvinas y agregando que “la actual situación no permite que los recursos de ese territorio sean explotados ni por Argentina ni por Gran Bretaña”.
Rápidamente sus dichos tuvieron impacto en la política interna de Argentina, donde tanto los ex combatientes de Malvinas como la prensa local se hizo eco, ya que estas declaraciones no hacen más que reafirmar y alimentar la postura que el Reino Unido tiene desde la trágica guerra de 1982 privilegiando el principio de “la libre determinación de los Pueblos”, poniendo a la población de las Islas como un tercer sujeto a consultar en relación a la disputa por la soberanía del territorio.
Esto es algo que nuestro país rechaza, no solo porque no existe un sujeto de esas características en esta disputa, sino porque Argentina ha logrado declaraciones contundentes en organismos multilaterales, como la Resolución 2065 de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde hay un reconocimiento de una controversia por la soberanía de las Islas entre Argentina y Gran Bretaña, donde el principio rector que guía este conflicto es el de integridad territorial.
Cuando Javier Milei fue consultado por los dichos de Mondino volvió a refirmar sus declaraciones, agregando que la soberanía no es renunciable, pero trayendo ejemplos traídos de los pelos, como el proceso de re incorporación de Hong Kong a China.
Aquí hay algo que aclarar. En el texto de la Resolución 2065 se insta a las partes a solucionar el conflicto de manera pacífica, respetando el interés de los habitantes de las Islas, pero no habla en ningún momento de su libre determinación. De hecho, nuestro país ha mostrado en distintas oportunidades su buena fe de avanzar sobre la resolución respetando a los isleños.
¿QUÉ PIENSA REALMENTE MILEI SOBRE MALVINAS?
Milei es un defensor del libre mercado y las políticas neoliberales, algo para prestar atención cuando analizamos cuáles podrían ser los lineamientos de su política exterior y particularmente, hacia la cuestión de Malvinas.
Como dijimos anteriormente, también es un admirador de la presidencia de Menem y de la figura de Macri, quienes tuvieron una estrategia similar hacia la cuestión de Malvinas a pesar de los diferentes contextos en los cuales tuvieron las riendas del país. Ambos priorizaron la vía bilateral en el cabildeo con el Reino Unido en detrimento de la vía multilateral, privilegiando esta discusión por otros temas como los económicos, supuestamente para buscar nuevas ventanas con mejores beneficios que nunca llegan, lo cual generó un nulo avance en las negociaciones por la soberanía sobre las islas.
Más allá de alguna declaración Victoria Villarruel, candidata a Vicepresidenta por La Libertad Avanza, reivindicando la soberanía de Malvinas – 2 de abril de este año: “Malvinas Argentinas hoy y Siempre”- podemos afirmar que un eventual gobierno de Javier Milei tomará las políticas que siguieron Menem y Macri hacia la cuestión de Malvinas. Es decir, dejar en stand-by la vía multilateral de reclamo de soberanía sobre las Islas, para priorizar una negociación bilateral con un país con un poder desigual al nuestro, quien fortalece su posicionamiento en las Malvinas cada vez que un gobierno argentino antepone las discusiones económicas y de las llamadas “áreas de intereses comunes” por sobre la búsqueda de restitución de soberanía.
Lo que en los hechos significará poner a un costado la lucha por la soberanía de nuestras Malvinas, dejando de lado este conflicto que puede afectar la relación con Inglaterra y sus aliados del norte.
*Sofía Botto es Directora del Isepci Santa Fe – Bachiller universitaria con mención en Relaciones Internacionales.
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