ECUADOR. MÁS DE DOS DÉCADAS BAJO EL SIGNO DEL DOLAR SIN MEJORAS VISIBLES

Por Ruben Ciani, Ricardo Climent y Leonel Villafañe*

La propuesta de dolarización fue levantada con mucha fuerza por Javier Milei en los primeros tramos de su campaña. Aunque en estos últimos días en camino al ballotage no la enarbola con la misma vehemencia, tampoco ha sido descartada de su eventual programa de gobierno. Por lo que sigue siendo importante puntualizar algunos aspectos de sus posibles consecuencias.

Aquí hacemos un recorrido comparativo entre la evolución y los cambios de la economía ecuatoriana desde su dolarización, y la que en el mismo período tuvieron Argentina y los países de América Latina que no adoptaron esa receta. Tomamos cuatro aspectos relevantes que caracterizan el desarrollo de la economía de nuestros países. 1) Inflación. 2) PBI. 3) Migraciones. 4) Pobreza y distribución del ingreso.

Inflación

Durante la década de 1990, Ecuador atravesó una crisis financiera (relacionado al TC) la cual observaba altos niveles de inflación, por encima del 30% anual.

La espiral inflacionaria fue profundizándose, a punto de alcanzar porcentajes anuales del 60,7% en 1999 y 91% en el año 2000, cuando se implementó la dolarización, poniendo el circulación como moneda oficial al dólar estadounidense, en reemplazo del sucre.

En el Gráfico 1 se pueden observar los componentes de la inflación ecuatoriana, antes y después de la dolarización. Se observa en esos años la preeminencia de dos factores: el tipo de cambio (precio del dólar en sucres) y la inercia inflacionaria. Ambos desaparecen con la dolarización, la tasa inflacionaria baja sensiblemente y tiende a vincularse a los precios de las materias primas (mercado mundial) y la puja distributiva (ver distribución del ingreso).

Gráfico 1. Determinantes de la inflación en Ecuador, 1993-2013:

Fuente: Trajtenberg, Valdecantos y Vega (2015)

Es importante observar que el cambio monetario no implicó una paridad exacta con la evolución de los precios en Estados Unidos. Hubo una variación en los niveles de inflación a lo largo de los años. Esto puede observarse en el Gráfico 2.

Gráfico 2. Inflación de Ecuador y Estados Unidos. Periodo 2004-2019:

Fuente: Elaboración propia en base a datos del FMI

Dicho esto, la cuestión a introducir es cómo evolucionaron los términos del intercambio entre ambos países: en ese orden la pregunta es, si luego de la dolarización la economía de Ecuador, se encareció con respecto a la de EEUU, y en caso de que así sea en qué medida ocurrió.

En respuesta a esa pregunta, se analiza el periodo base al año 2004, momento donde se estabilizan los precios post-dolarización.

En el Gráfico 3 se evidencian mayores índices de precios para Ecuador en el decenio 2006/2016 y, en consecuencia, un encarecimiento con respecto a Estados Unidos. Si bien entre 2016 y 2018 hubo una etapa de deflación ecuatoriana, el resultado final a lo largo de todo el periodo es un incremento del 39,1%.

Gráfico 3. Evolución comparada del aumento de precios Ecuador-Estados Unidos. Base 100=2004:

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial (BM)

Esto habría generado para Ecuador enfrentar un abaratamiento relativo de las importaciones estadounidenses y una situación opuesta en sus exportaciones a Estados Unidos. En suma, un deterioro de los términos del intercambio para Ecuador, imposible de neutralizar por una devaluación de su moneda, al haber adoptado el dólar.

Por otra parte, se representa en el Gráfico 4 la evolución del saldo comercial Ecuador- Estados Unidos, el cual da cuenta del efecto del abaratamiento de las importaciones estadounidenses en relación a la correspondientes a Ecuador, con un saldo negativo para este último en el intercambio comercial.

Gráfico 4. Evolución Saldo Comercial Ecuador – Estados Unidos sin petróleo:

La dolarización de la economía ecuatoriana implicó en términos de inflación una sensible reducción de la tasa inflacionaria a los niveles de los Estados Unidos. En este proceso, la relación de índices de precios que determina la competitividad entre ambas economías, observándose en una etapa de deterioro relativo del intercambio para Ecuador, en aquellos bienes sin ventajas comparativas, como el petróleo.

Producto Bruto Interno (PBI)

El PBI nos indica la dimensión de la economía de un país, en tanto que su evolución nos permite medir su expansión en generación de productos e ingresos en un periodo determinado (en este caso anual).

En el Gráfico 5 se puede observar la evolución del PBI de Ecuador, Argentina y Latinoamérica.

Gráfico 5. Evolución del PBI de Argentina, Ecuador y Latinoamérica durante 1999-2019:

Fuente: Elaboración propia en base a FMI

En primer lugar, se puede observar cierta volatilidad en la evolución del PBI de Latinoamérica a partir del año 2000, asociada a los movimientos de los precios de los commodities, principal fuente de producción de las economías primarizadas de la región.

Ecuador y Argentina copian esa evolución, aunque con diferencias significativas. Si bien Argentina durante la crisis del 2001 experimentó una caída de 10 puntos del PBI, a lo largo de los años siguientes, entre 2003 y 2008, creció por encima de Ecuador, siendo este un periodo de prosperidad para todas las economías regionales.

También se observa una recuperación de la economía Argentina, superior a los registros de Ecuador, en los años posteriores a la crisis financiera mundial del 2008. Solamente se puede identificar un aumento más elevado en el PBI de Ecuador durante el período que abarca desde 2011 hasta 2014; coincidente con precios del petróleo en niveles máximos históricos (promedio 100 dls/barril).

Grafico 6. PBI de Ecuador y Argentina medido en miles de millones de dólares:

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial (BM).

Es importante destacar que cualquier comparación entre ambos países, en estos términos, puede resultar limitada, ya que se trata de dos economías con un peso específico muy diferente.

El PBI de Argentina se ubica en un orden cercano a los primeros 25 del mundo, en tanto que el correspondiente a Ecuador supera el orden 60, ambos casos considerando la lista de 190 países del FMI. Por otra parte, la dimensión económica de Ecuador es solo el 10% de la economía Argentina (Ver Gráfico 6)

Por último, resulta interesante observar los movimientos de PBI en Ecuador, el país dolarizado, y Estados Unidos, el emisor de la moneda. La cuestión es ¿existe algún tipo de correlación entre los ciclos económicos de ambos países?

En el caso de Ecuador, lo que puede verse es una baja correlación entre el crecimiento económico de su PBI y el de EEUU. Se comprueba empíricamente con una correlación positiva mínima (0.15). Mientras que, por otro lado, sus ciclos de expansión se asemejan al crecimiento de las economías regionales, mostrando una correlación positiva de más de la mitad (0.60).

En el Gráfico N 7 puede observarse la evolución de los PBI de Ecuador, Estados Unidos y Latinoamérica. Entre 2003 y 2008, todas las economías representadas observan una tendencia similar. Posteriormente a la crisis de 2008, la economía estadounidense se estanca en su crecimiento, mientras que la economías latinoamericanas observan una tendencia negativa en la tasa de crecimiento del PBI, la que es más pronunciada para Ecuador. La evolución de la economía real en Ecuador no varía con la dolarización en términos de crecimiento sostenido. A partir de 2003, sigue los movimientos y la volatilidad de todas las economías de la región.

Sin embargo, con el estancamiento de la economía estadunidense, se registra una caída en toda Latinoamérica, aunque en el Ecuador dolarizado cae más que el promedio. Esto sostiene el argumento según el cual la economía del país de donde se emite la moneda extranjera si atraviesa un ciclo de contracción o de recesión, y la economía nacional, por el contrario, se encuentra en un ciclo expansivo, es probable que, en este caso, la expansión se halle limitada por el hecho de que su política monetaria se encuentre ligada directamente a la política monetaria del país extranjero (en el caso de Ecuador, su política monetaria coincide con la FED).

Grafico 7. Evolución del PBI de Ecuador, EEUU y Latino América:

Fuente: Elaboración propia en base a datos del FMI

Migraciones

Si se pasa a observar con detenimiento el movimiento de la población de Ecuador durante el periodo de dolarización y se lo compara con el caso de Argentina (Gráfico 8), lo que puede deducirse a primera vista es que la dolarización vino de la mano de un aumento exponencial de la cantidad de ciudadanos emigrando desde Ecuador hacia otros países, por encima de los niveles de emigrantes argentinos. Con lo cual, en lugar de inducir a una vuelta al país de origen, la dolarización fomentó una mayor emigración, que pasó del 3.56% en el 2000 a 7,19% en 2005.

Gráfico 8. Evolución de la emigración. Argentina- Ecuador. Año 1995-2020:

Fuente: Elaboración propia en base a datos de datos macro.expansion.com y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

En cambio, la emigración argentina se mantuvo relativamente estable por debajo del 2,3% a lo largo de los años. Los dos países que mayormente eligieron como destino los emigrantes ecuatorianos fueron Estados Unidos (37%) y España (38%).

Hay dos puntos claves que vale la pena destacar aquí. El primero es que las remesas que recibe Ecuador del exterior representan una parte significativa de su economía. Como puede observarse en el Gráfico 9, estas representan aproximadamente U$S 2.590 millones en promedio por año, lo que equivale a más del 2,5 del porcentaje de su PBI. En cambio, para Argentina representan tan solo el 0,01% del PBI.

Gráfico 9. Variación porcentual de las remesas enviadas y recibidas. Argentina- Ecuador. Año 2010-2017:

Fuente: Elaboración propia en base a datos de datosmacro.expansion.com y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

El Gráfico 10 muestra más claramente el papel central que tienen los dólares que ingresan por la vía de las remesas para la economía de Ecuador.

Un ejemplo de esto, en el año 2017 Ecuador tuvo un saldo positivo de U$S 2.019,90 millones, lo cual representa aproximadamente un 2% de su PBI anual. En cambio, ese mismo año Argentina evidencia una tendencia radicalmente opuesta: como se ve en el Gráfico 10, el caso nacional arroja saldos negativos constantes entre U$S 1.900 y U$S 3.272,80 millones anuales.

Gráfico 10. Saldo anual de remesas. Argentina- Ecuador. Año 2010-2017:

Fuente: Elaboración propia en base a datos de datosmacro.expansion.com y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

En conclusión, el ingreso de dólares a Ecuador no ha ocurrido por la vía de la inversión directa de empresas, para el financiamiento de proyectos de desarrollo local, sino por transferencias de dinero realizadas por trabajadores emigrantes a sus familias en el país de origen.

Además, cabe destacar que no existen evidencias suficientes que indiquen que el déficit en el saldo de remesas en Argentina se corrija en un eventual escenario de dolarización.

Pobreza y distribución y del Ingreso

Al observar la tendencia del indicador de pobreza en el Gráfico 11, puede notarse que Argentina ha mantenido niveles de pobreza menores que los de Ecuador históricamente, exceptuando los años que van desde 2018 hasta 2022, los cuales han estado marcados por una crisis económica.

Es importante señalar que, en Ecuador, la reducción de la pobreza durante el 2014 no se atribuye tanto a la adopción del dólar como moneda nacional, sino que se debe principalmente a una política económica activa de redistribución del ingreso, implementada durante el gobierno de Correa (2007-2017).

Gráfico 11. Evolución de la pobreza Argentina-Ecuador. Año 1998-2022:

Fuente: Banco Mundial (BM) y CEPED-UBA.

El último punto que resta comparar tiene que ver con el índice de Gini.

Los organismos internacionales como el Banco Mundial, suelen utilizar el denominado índice de Gini como una medida aproximada para evaluar el grado de desigualdad en la distribución de los ingresos en un país. El caso de Argentina representa un país históricamente reconocido por presentar un índice de Gini similar a los países europeos, en amplio contraste con el resto de países la región latinoamericana donde lo que prevaleció fueron elevados niveles de desigualdad de distribución. Básicamente, el índice de Gini se interpreta de la siguiente manera: los valores que puede tomar se encuentran en el rango de 0 y 100, donde los valores que se acercan a 0 tienden a la igualdad, mientras que los que se acercan a 100 se corresponden con mayor desigualdad.

Gráfico 12. Evolución del Índice de Gini. Argentina- Ecuador. Año 1992-2022:

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial(BM)

Como puede observarse en el Gráfico 12, el cual abarca el periodo de la convertibilidad hasta el 2022, Argentina tuvo distintos momentos. En los 90, momento donde se lleva adelante el programa de paridad cambiaria tras la crisis de 1989, la desigualdad creció hasta llegar a su pico en el 2001. Luego, a la salida de la convertibilidad se experimentó un periodo de mayor distribución equitativa de los ingresos, producto de políticas económicas tendentes a mejorar y recomponer el ingreso, en el marco de una economía en recuperación. Sin embargo, desde 2013 hasta la actualidad, el comportamiento de la distribución que venía observándose años previos cambió negativamente, llevando a una situación de mayor desigualdad. Pese a ello, el índice de Gini revela un mayor nivel de equitatividad en Argentina, respecto a Ecuador, a lo largo de todo el periodo en cuestión.

Conclusiones finales

El recorrido realizado sobre un terreno abonado con datos de diferentes fuentes, mayormente provenientes de organismos internacionales, nos muestra que el sistema de dolarización que rige el modelo económico y social ecuatoriano, tras casi un cuarto de siglo de vigencia plena, no le ha aportado ventajas comparativas palpables y demostrables, respecto a los países de la región.

Tanto Ecuador como el resto de los países de la región latinoamericana seguimos atravesando recurrentes períodos de crisis combinados con breves momentos de prosperidad relativa que no alcanzan para entrar en un tiempo prolongado de desarrollo sustentable, que nos permita consolidar el tan ansiado Cambio de Época en la que el dato más significativo sea una constante mejora en la distribución del ingreso.

Mientras tanto la receta de la dolarización es una más de las que contribuyen a sostener un statu quo signado por la desigualdad y la pobreza, para decenas de millones de compatriotas de esta región en la que vivimos.


*Rubén Ciani, Ricardo Climent y Leonel Villafañe son investigadores del ISEPCi e integrantes del equipo económico.

Contacto: Rubén Ciani 11-56167088/ Prensa: 11-36483667