LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS SIGUEN SUBIENDO Y EL PODER ADQUISITIVO DE LOS SALARIOS SE CAE POR UN TOBOGÁN

La crisis heredada, a la que se agregaron los efectos impiadosos de la pandemia –muchos de los cuales persisten- puso en jaque la estabilidad económica general del país, y le da fuerza a los grupos económicos más poderosos para ejercer fuertes presiones para que sus intereses no sean afectados. El Gobierno no debería ceder girando a una política económica que afecte aún más los ya castigados ingresos populares.

                 Escriben: Isaac Rudnik y Juan Fresno

Precios vs Salarios

Según el INDEC, en su última publicación sobre la evolución de los salarios, en agosto pasado estos habían aumentado en promedio un 32% respecto a igual mes del año 2019, y 18,6% en relación a diciembre pasado. En los mismos períodos la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en el conurbano bonaerense aumentó 39,5% desde agosto de 2019, y 25,6% desde el final de 2019.

Por lo que ya en agosto pasado se verificaba una pérdida de poder adquisitivo de los salarios, de 7 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior, y de 7,5 puntos en relación a diciembre pasado.

En los dos meses siguientes esta situación se profundizó ya que los precios de los alimentos no dejaron de aumentar. Como explicamos en nuestro  informe anterior, en septiembre la variación de precios de los alimentos en el conurbano bonaerense fue del 6,48%

Los precios de octubre

En el mismo aglomerado, una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as, que en septiembre necesitaba $19.178,07 para cubrir la CBA durante un mes y no caer debajo de la línea de indigencia, en octubre requirió $19.840,57 (+3,45%).

Nuevamente, como viene sucediendo desde hace meses, el rubro de frutas y verduras lideró las subas con un incremento del 10,42%, seguido por los productos de almacén: +2,38%, mientras que las carnes aumentaron 1,24%.

Durante este año 2020 la Canasta de Alimentos se incrementó 32,63%, mientras que en los últimos doce meses -desde octubre de 2019- el aumento fue del 43,53%. La misma familia necesitó durante el último mes para cubrir sus alimentos básicos $6.017,21 más que un año atrás, y $ 5.299.46 más que en diciembre pasado.

Un ajuste negado

Altos funcionarios del Gobierno, como el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, afirman que “en la Argentina no hay lugar para ajustes”, sin embargo las decisiones que se van haciendo conocer desde el Ministerio de Economía parecieran marchar en otra dirección.

Los anuncios del final de ayudas importantes como el IFE y el ATP, el regreso de los aumentos de las tarifas, los bajísimos incrementos otorgados a las jubilaciones, al salario mínimo y a la AUH (todos por debajo de la inflación), son de hecho medidas de ajuste que van bajando el poder adquisitivo de las remuneraciones de los sectores más pobres de la población.

Un apartado especial para la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que se envió al congreso para convertirla en ley.

1) Se elimina el factor inflacionario como componente de la fórmula. Este elemento que en el mediano y largo plazo podría ser positivo, en el corto plazo, como se ve al principio de esta nota, es claramente desfavorable. Difícilmente se revierta en lo inmediato la tendencia de una inflación que le está ganando a los salarios por goleada.

2) Se dice que se vuelve a la “fórmula Vudú” que es la que regía durante los gobiernos de Cristina Fernández. Sin embargo esto no es enteramente cierto, ya que aquella disposición contenía elementos que la hacían más favorable y que desaparecieron de esta propuesta.

3) La movilidad se regirá por una fórmula que contempla por mitades, por un lado el índice de aumento salarial, y por otro el valor de la recaudación tributaria. Además de que le pone un límite (hasta un 3%) a una posible suba de ésta última, lo cierto es que  la manera de cuantificar la variación recaudatoria es oscura y engañosa.

La discusión sobre una nueva forma de calcular la movilidad jubilatoria se da en un contexto en el que de los seis millones de jubilados realmente existentes cuatro millones cobran la mínima. El incremento del 6% que recibirán en diciembre significa un agregado de mil pesos por mes, unos 33 pesos por día.

El ajuste no es el camino de salida de la crisis

La crisis heredada, a la que se agregaron los efectos impiadosos de la pandemia –muchos de los cuales persisten- puso en jaque la estabilidad económica general del país, y le da fuerza a los grupos económicos más poderosos para ejercer fuertes presiones para que sus intereses no sean afectados. El Gobierno no debería ceder girando a una política económica que afecte aún más los ya castigados ingresos populares. Algunas manifestaciones como el congelamiento de la implementación del impuesto a la riqueza parecen indicar que se están haciendo concesiones indebidas.

ANEXO

Los precios que más aumentaron en lo que va del año

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