La suba del dólar y los alimentos impulsan el incremento de la pobreza, la indigencia y la malnutrición

 

Durante el 2018 y los tres primeros meses del año actual el precio del dólar no dejó de aumentar, los alimentos son tornaron cada vez más caros, la inseguridad alimentaria y la malnutrición se extendieron a millones de personas.

Escriben: Isaac Rudnik/Juan Fresno

Según el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (ODSA) seis de cada cien hogares urbanos de la Argentina, en los que vive el 7,9% de la población urbana de la Argentina, experimentan “Inseguridad Alimentaria Severa”, que equivale a situaciones de hambre y/o  reducción involuntaria de las porciones de comida por problemas económicos. Siempre según el ODSA un año antes en 2017, el 6,2% de la población urbana revistaba en situación de Inseguridad Alimentaria Severa, pero en 2018 cerca de un millón de personas se sumaron a los que sufren esta carencia por falta de los recursos necesarios para adquirir los alimentos imprescindibles. Coincidentemente el INDEC anunció esta misma semana que las personas en condición de indigencia (falta de recursos para adquirir sus alimentos básicos indispensables) entre 2017 y 2018, se incrementó de 4,8%  a 6,7% del total de la población del país.

Según el relevamiento mensual de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CAB) que realizamos desde el Índice Barrial de Precios (IBP) en 350 comercios del conurbano bonaerense, en marzo los precios aumentaron un 3,28%, mientras que desde marzo de 2018 subieron 65,77%.

La diferencia entre los ingresos en los hogares de menores recursos y el valor de los productos básicos para una vida digna, se amplió sustancialmente durante el año anterior, mientras en lo que va del año esta brecha se sigue profundizando. El constante aumento de los alimentos en general y de los que contienen los nutrientes indispensables en particular, es la causa principal que provoca la extensión de las situaciones de Inseguridad Alimentaria Severa -como la denomina el ODSA, o la Indigencia, como la clasifica el INDEC-  y consolida amplias franjas de la población que durante toda su niñez y adolescencia –o gran parte de ellas- sufren malnutrición.

 

En marzo de 2018, el dólar valía $20 por unidad, un año después se cotiza por encima de los $40. En marzo de 2018 una familia de dos adultxs y dos niñxs pequeñxs necesitaba para cubrir sus alimentos básicos indispensables durante treinta días, $6.634,68. Doce meses después requerían para los mismos productos $4.364.07 más, lo que implicó un aumento anual del 65,77%. Esta suba de los precios sin contrapartida proporcional en los ingresos, explica la nueva incorporación de  millones de argentinos a la condición de Inseguridad Alimentaria Severa, mientras otros tantos niños y adolescentes se mantienen sin perspectiva de salida, entre las diversas variantes de malnutrición. Durante el año 2018, por cada 30 puntos que subieron los precios de los alimentos, se elevó un punto el porcentaje de personas en condición de indigencia.

Las consecuencias más graves de la inestabilidad cambiaria (constantes incrementos del valor del dólar) no son sólo financieras (elevación de las tasas de interés) sino se traducen en la presión alcista sobre los precios de los alimentos básicos, que se tornan inaccesibles para sectores cada vez más amplios de la población.

El precio del dólar sube, los alimentos son más caros, la inseguridad alimentaria y la malnutrición son más extendidas.

La malnutrición es consecuencia no sólo de la reducción de la cantidad de comida que se ingiere, sino también de la calidad de los alimentos que se consumen. Las generalizadas situaciones de obesidad y sobrepeso que se extienden entre los sectores de menores recursos devienen de su imposibilidad de adquirir los productos más nutritivos, como consecuencia de los  aumentos que tuvieron en los últimos meses.

 

El congelamiento inmediato de los precios de los productos de la Canasta Básica de Alimentos, la declaración de la Emergencia Alimentaria, el otorgamiento inmediato de aumentos del 40% a las Jubilaciones Mínimas, al Salario Mínimo, al Salario Social Complementario y a la Asignación Universal por Hijo, y la suspensión por los próximos doce meses son las medidas inmediatas indispensables que debe tomar el gobierno para impedir que esta situación que afecta a millones se siga agravando.

Contacto: Isaac Rudnik/1141882603