Por Isaac Rudnik*
El deterioro del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores en general y en particular de los no registrados –que son el 35% del total- explica por qué aun en condiciones de crecimiento del PBI, que fue del 5% en 2022, y descenso de la desocupación, la pobreza no sólo que no baja, sino que continúa aumentando y va consolidando una sociedad con un 40% de argentinos y argentinas por debajo de la línea de pobreza.
Según el relevamiento de los precios de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que desde el Índice Barrial de Precios (IBP) realizamos todos los meses en los negocios de cercanía de los barrios populares de 20 distritos del conurbano bonaerense, en marzo el valor de la CBA para una familia dos personas adultas y dos «peques» en marzo llegó a $84.478,10. Esto es un 8,97% más que treinta días antes cuando la misma canasta costaba $77.523,67 y un 31,72% más que en diciembre pasado, cuando los mismos productos para la misma familia valía $ 64.134,25.
Después de un 2022 en que los precios de las carnes subieron por debajo del promedio general que aumentaron todos los alimentos, en el presente año este rubro viene “recuperando” terreno rápidamente. Así en marzo las carnes subieron 10,44%, y en el trimestre 40,71%. Igualmente siguen en carrera las frutas y verduras con subas de 12,56% para marzo, y 39,76% en los tres primeros meses. Por último, los productos de almacén tuvieron incrementos de 6,26% y de 22,66% respectivamente.
Claramente, en estos tres primeros meses la suba de los alimentos vuelve a constituirse en el principal motor de aumentos en los gastos de los hogares. E inevitablemente impactan sobre el presupuesto general de las familias que incorpora gastos esenciales en salud, educación, transporte, vestimentas, tarifas y gastos de sostenimiento de la vivienda, que junto con los alimentos constituyen la Canasta Básica Total (CBT). En marzo la CBT para una familia de cuatro integrantes fue de $190.920,50 mientras que en febrero era de $175.978,73, y en diciembre pasado con $146.226,09 se solventaban durante treinta días estos gastos esenciales.
POBREZA E INDIGENCIA EN EL CONURBANO BONAERENSE
En los últimos días el INDEC publicó algunos informes, que además de los datos de toda la Argentina, contienen los resultados por provincia y por región. El primero que llama la atención es el referido a la Incidencia de la pobreza y la indigencia del segundo semestre de 2022. Mientras en el nivel nacional la pobreza llega al 39,2% de la población, en el conurbano bonaerense la pobreza se eleva al 45%. En diciembre de 2021 la pobreza en la misma región era de 42,3%, lo que significa que durante el 2022 hubo un incremento de más 400 mil personas en condiciones de pobreza.
Vale recordar que el valor de la CBT confrontado con los ingresos de los hogares, permite calcular cuantas familias y/o personas están por debajo de la línea de pobreza. Las que no tienen los ingresos mensuales suficientes para adquirir los productos de esta canasta son consideradas por debajo de la línea de pobreza. Evidentemente el incremento de la CBT del 95,54% durante el año 2022, arrastró a muchas familias cuyos ingresos no subieron al ritmo de la inflación.
Sin embargo, en estos días el INDEC publicó otros dos informes que en este contexto de incremento de la pobreza en todo el país en general, y en el conurbano en particular.
El primero se refiere al Mercado de Trabajo, en el nivel nacional la desocupación a finales de 2021 alcanzaba al 7% de la población, pero en el conurbano era del 8,2%. Un año después, en diciembre pasado la desocupación era del 6,3% en todo el país, y en el conurbano llegó al 7,8%. Aun cuando el conurbano de Buenos Aires arroja las cifras más desoladoras, en 2022 hay una baja de la desocupación, pero contradictoriamente un aumento de la pobreza.
Una primera aproximación a una explicación de esta situación caracterizada por desempleo en descenso y pobreza en ascenso quizás la podemos encontrar en un tercer informe que el INDEC publicó en estos días, y se refiere a la evolución de los salarios de los trabajadores registrados y de los no registrados. Según el INDEC a lo largo de 2022 los trabajadores registrados tuvieron aumentos promedio del 95,8%, mientras que los no registrados alcanzaron incrementos de sólo el 65,4%, contra un aumento del 101,3% en la Canasta de Alimentos.
El deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores en general y en particular entre los no registrados –que son el 35% de los asalariados- explica por qué aun en condiciones de crecimiento del PBI, que fue del 5% en 2022, y descenso de la desocupación, la pobreza no sólo que no baja, sino que continúa aumentando y va consolidando una sociedad con un 40% de argentinos y argentinas por debajo de la línea de pobreza.
Los funcionarios del gobierno, desde el Presidente para abajo, deberían asumir que fracasaron en cumplir con los objetivos principales que se plantearon al asumir: terminar con la inseguridad alimentaria (recordar la Mesa contra el Hambre convocada aun antes de asumir), e iniciar un camino de reconstrucción de la Argentina sobre la base de la redistribución de la riqueza.
Todo lo contrario de lo que ha venido sucediendo en estos tres años y medio de gobierno del Frente de Todos.
ANEXO LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS QUE MAS SUBIERON EN EL TRIMESTRE
*Isaac Rudnik es Director Nacional del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI). Contacto: 11-41882603/ Prensa: 11-36483667
**Diseño: Manuela Rebori.