El acceso a la alimentación en época de pandemia

Trabajar en épocas de pandemia en los barrios donde lo común es que necesidades básicas como el derecho a la alimentación, no estén satisfechas durante muchos meses seguidos, y la excepción es encontrar hogares con ingresos suficientes para alimentarse adecuadamente todos los días cada mes.

Allí, numerosos grupos de vecinos y vecinas de todas las edades se organizan cada día para repartir los alimentos que llegan desde el Estado, para cocinar y distribuir almuerzos, cenas o meriendas, o realizar distintas encuestas en el barrio, para saber mejor cuáles son los problemas que siempre estuvieron pero en estos días son más urgentes: salud, educación de los hijos, ausencia de trabajo, precios de los alimentos, u otros.

“…Desde hace mucho tiempo estamos acostumbradas a que, para encarar nuestros problemas, sean los más grandes y los más chicos, los más viejos y los más nuevos, los urgentes y los que no son tanto, tenemos que organizarnos en el barrio, para resolverlos entre nosotros/as, para buscar solidaridad, o para reclamarle a las autoridades. Desde la semana pasada estamos haciendo una encuesta a las familias que vienen al comedor. Les preguntamos sobre los alimentos que consumen en sus hogares, si pueden comprar mejores o peores alimentos desde principios de este año, si reciben ayuda del gobierno, si lo que reciben de ayuda les alcanza para llegar a fin de mes, y otras preguntas parecidas…” De una vecina de Barrio Libertador, en el partido de San Martin, Buenos Aires.

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En el marco del “Observatorio de Lucha contra el hambre” el pasado miércoles 16 de septiembre se dio inicio, en diferentes centros urbanos del país, al relevamiento territorial que recabará información para la construcción del Índice Familiar de Acceso a la Alimentación (IFAL).

Conversamos con Laura Lonatti, Coordinadora Nacional del Área de Salud del ISEPCi

Laura, contanos en qué consiste esta nueva iniciativa…

Laura Lonatti: La iniciativa consiste en el desarrollo, durante los próximos seis meses, del proyecto denominado “Monitoreo Nacional sobre el Impacto de Políticas Públicas Desarrolladas por el Plan Nacional Argentina Contra el Hambre”, el cual busca construir información estadística significativa sobre diferentes aspectos vinculados con el acceso y goce del derecho a la alimentación y la salud de las familias que viven en barrios populares.

Vamos a registrar y dar cuenta de cómo se están configurando los patrones alimentarios en época de pandemia y las posibilidades de compra de alimentos de las familias en situación de vulnerabilidad socio sanitaria.

Los aspectos más significativos que indaga el IFAL son:

  • Cuáles son las posibilidades de compra de alimentos de las familias en los barrios populares
  • Cuáles son los alimentos a los que se accede en los hogares: tipo, calidad y cantidad
  • Qué mejoras tuvieron en la alimentación las familias que cobran la tarjeta ALIMENTAR
  • Qué alimentos pueden comprar las familias que NO cobran la tarjeta ALIMENTAR
  • Cuál ha sido el impacto de la pandemia en sus ingresos y como repercutió en su alimentación
  • Evaluar la calidad de la asistencia alimentaria que reciben las familias
  • Relevar los servicios y equipamiento con los que cuentan las viviendas
  • Conocer sobre la situación laboral y el trabajo

Se trata de conocer el impacto real en la situación alimentaria, de las medidas que se tomaron en el marco del Plan Nacional Argentina contra el Hambre, específicamente si aquellas como la tarjeta Alimentar y otras transferencias de recursos, generaron cambios en las familias que los reciben, comparándolas con la situación de las que no cuentan con esos ingresos.

El fin último no se agota en datos estadísticos, conocer fehacientemente la situación tiene la intención de que se fortalezcan las políticas públicas activas que limiten los efectos negativos de la malnutrición en las familias, sobre todo en Niños Niñas y Adolescentes (en adelante NNyA), como así también se pongan en movimiento acciones de acompañamiento y protección a las familias más afectadas por la inseguridad alimentaria.

¿Cuáles son los objetivos generales del monitoreo y la construcción de los indicadores?

L.N.: En primer lugar, con el Indicador Familiar de Acceso a la Alimentación (IFAL), vamos a registrar y dar cuenta de cómo se están configurando los patrones alimentarios en época de pandemia de coronavirus y las posibilidades de compra de alimentos de las familias en situación de vulnerabilidad socio sanitaria, esta tarea se implantará en lo que va del mes de septiembre y todo el de octubre, en veinte provincias de nuestro país.

Durante noviembre, si la situación sanitaria nos lo permite, daremos continuidad con el Indicador Barrial de Situación Nutricional (ISBN), para la detección de malnutrición en Niños, Niñas y Adolescentes de 0 a 18 años que viven en barrios vulnerables de todo el país, priorizando los que pertenecen a las familias encuestadas por el IFAL, a fin de vincular indicadores antropométricos con los de acceso a la alimentación.

Los aspectos que releva el Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN): 

Consiste en la realización del relevamiento de talla y peso a les niñes y adolescentes de 0 a 18 años que viven en barrios vulnerables de todo el país para la detección precoz de malnutrición. Nos aporta:

  • Información estadística antropométrica con datos locales para dimensionar en el total del grupo la situación nutricional, magnitud e importancia de las diferentes variantes de malnutrición: por déficits y/o excesos.
  • Diseño de un mapa territorial que identifique zonas con alta presencia de malnutrición, acompañamiento de las familias para promover estrategias alternativas nutricionales que aporten a revertir la situación y la articulación con los efectores de salud para el acceso al turno temprano.

 Todo el proceso de trabajo territorial persigue fortalecer e instituir la conformación de Redes Barriales de Vigilancia Nutricional integradas por actores barriales significativos vinculados con iniciativas de asistencia alimentaria. Como así también propiciar procesos de construcción de ciudadanía, donde las vecinas y vecinos de los barrios sean parte activa en la generación de conocimientos que aporten en la planificación, acción y monitoreo de políticas públicas en su territorio.

¿Cuál es la metodología de trabajo implementada?

L.N.: Impulsamos experiencias de Investigación Acción Participativa como estrategia para la construcción de indicadores populares, asentados en  procesos de ciudadanía donde las vecinas y vecinos de los barrios populares intervienen en la formulación de nuevos conocimientos, realizan en tiempo real monitoreos, análisis y formulación de propuestas para mejorar las políticas públicas activas que  limiten los efectos negativos de la malnutrición en NNyA, para desnaturalizar situaciones de inequidad e injusta distribución de ingresos.

Desde el ISEPCI creemos que es prioritario generar producción teórica y científica en el campo de las Ciencias Sociales a través de instrumentos metodológicos, técnicos y procedimentales que fortalezcan propuestas y alternativas en políticas públicas en los distintos ámbitos de la sociedad; desarrollar proyectos de investigación sobre la sociedad conforme las disciplinas sociales, las necesidades del pueblo y las posibilidades que brinda el aporte de la ciencia y la tecnología. Promoviendo el trabajo transdisciplinario y la apertura de espacios de debate, la formación académica de investigadores y estudiantes pertenecientes a los distintos sectores de la sociedad.

La síntesis entre el conocimiento científico, los saberes populares y la realidad de nuestro territorio es el marco de trabajo en el que nos desenvolvemos, entendiendo la retroalimentación de estos tres campos como la posibilidad de construir saberes desde la realidad, para así poder transformarla.

¿Cómo surge el proyecto del monitoreo y la construcción de los índices?

Nuestras investigaciones surgieron como una respuesta a la falta de estadísticas confiables desde los ámbitos institucionales y ante lo limitado de las políticas públicas existentes que no dan respuestas integrales con soluciones efectivas a los problemas sociales. Los indicadores son el punto de partida para contar con información confiable y creíble para analizar nuestra realidad, interpelar y poner en discusión estrategias de intervención para modificar una realidad de inequidad que se naturaliza proponiendo soluciones a problemas concretos.

Nuestra organización, con extensión en todo el territorio argentino, trabaja en diferentes áreas del conocimiento que tienen implicancia directa en la vida de la población. Trabajos como el Índice Barrial de Precios (IBP), en el que desde el año 2011 en varias ciudades del país los vecinos y las vecinas de los diferentes barrios relevan los precios minoristas de todos los productos que componen la Canasta Básica de alimentos para conocer el costo de vida en cada lugar.

Por otro lado, el  Indicador Barrial de Salud Nutricional, este trabajo permite caracterizar, mediante la metodología censal, a NNyA que se encuentran en situación de vulnerabilidad y arrojar datos específicos que nos permiten no solo hacer un análisis nutricional sino pensar estrategias focalizadas según sus características específicas, para remover barreras que obstaculizan el acceso al sistema sanitario y por consecuencia a la intervención temprana y adecuada.

Finalmente queremos resaltar la gran ventaja de construir indicadores desde la comunidad, fundamentalmente desde el aporte de las organizaciones sociales porque así se potencian y se abren espacios de discusión y formación dentro de los sectores populares acerca de derechos humanos básicos a la Salud y la alimentación, lo cual   permite a la población apropiarse de saberes generalmente restringidos a la academia y de ser protagonistas en la construcción de propuestas que permitan transformar la realidad en la que habitan.

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Contactos: Laura Lonatti 1156378714      Isaac Rudnik 1141882607