*Por Melisa Lata
Casi concluyendo el 1er trimestre de la gestión de Milei, no podemos ser neutrales, no podemos callarnos, la descalificación a las luchas feministas, al colectivo en general y la banalización de la Educación Sexual integral, son una de las características de este gobierno. Violencia que no es sólo mediática, sino que se traduce en concreto en ajuste y desaparición de políticas públicas para erradicar la violencia hacia las mujeres y diversidades.
SER MUJER NO NECESARIAMENTE IMPLICA SER FEMINISTA (LAS POLÍTICAS DE AJUSTE DE MILEI)
Arrancamos el 2024 con la asunción de un nuevo Gobierno. El flamante equipo de gabinete del presidente Javier Milei incorpora en sus escalafones más altos a figuras como: Victoria Villarruel (Vicepresidenta), Sandra Pettovello (Ministra de Capital Humano), Patricia Bullrich (Ministra de Seguridad) y Diana Mondino (Ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina), entre otras. A su vez, en el plano personal, el presidente se dejó ver acompañado principalmente por mujeres como: Karina Milei (hermana), Alicia Lucich (madre) y Fátima Flores (Pareja). Varias mujeres sí, pero no por ello, feministas.
Villarruel y Bullrich son dos claros ejemplos que hay prácticas del patriarcado que pueden ser ejercidas por mujeres.
Otra que de sorora no tiene nada es Diana Mondino, que denigró a la Diputada Natalia Zaracho por no haber terminado el secundario.
Y es el propio Javier Milei que, con sus discursos de odio, hacia las mujeres y diversidades desconoce nuestros derechos y conquistas.
Tan solo 89 días después de su asunción, el presidente firmó el Decreto N° 86/2023 que provocó la des-jerarquización del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y su conversión a la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, dependiente del Ministerio de Capital Humano.
La degradación del ministerio a subsecretaría, no solo implica un recorte presupuestario sino la limitación de su rango de acción y, por tanto, de su impacto en la sociedad. Además, el cambio en la forma de nominar este nuevo equipo anticipa un desconocimiento hacia las disidencias.
Tenemos que añadir que, también en el seno de los ministerios se están reestructurando los programas de protección de los derechos hacia la mujer, promoviendo una (des) institucionalidad de las políticas de género.
De esta forma reducen el enfoque exclusivamente a la atención de la violencia contra las mujeres, especialmente a la “violencia familiar”. Desde esta óptica restrictiva se deja de lado las disposiciones de la Ley de Protección Integral de las Mujeres, Ley N° 26.485, y la Convención de Belem do Para, que son más abarcativas. La problemática se trata sólo en tanto víctimas y no como sujetos plenos de derechos. En cambio, ONU mujeres para este 2024 tiene como consigna “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso«
Ello, porque se parte de la base que garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible, pero que lejos que está el actual gobierno de entenderlo así.
En definitiva, estamos vivenciando como sectores que se dicen liberales, vuelven años atrás, intentando llevarnos hacia un paradigma donde las mujeres son vistas solo como madres o como víctimas y no como sujetos de derechos afectados por desigualdades estructurales.
EL MEGA DNU, AFECTA LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Con más de 300 artículo el ya polémico DNU N° 70/2023, tiene también puntos que pueden ser armas de doble filo y cercenar derechos de las mujeres trabajadoras y personas gestantes. El DNU que modifica las licencias por maternidad dice lo siguiente: “Queda prohibido el trabajo del personal femenino o persona gestante durante los cuarenta y cinco (45) días anteriores al parto y hasta cuarenta y cinco (45) días después del mismo. Sin embargo, la persona interesada podrá optar por que se le reduzca la licencia anterior al parto, que en tal caso no podrá ser inferior a diez (10) días; el resto del período total de licencia se acumulará al período de descanso posterior al parto. En caso de nacimiento pre-término se acumulará al descanso posterior todo el lapso de licencia que no se hubiere gozado antes del parto, de modo de completar los noventa (90) días. La trabajadora o persona gestante deberá comunicar fehacientemente su embarazo al empleador, con presentación de certificado médico en el que conste la fecha presunta del parto, o requerir su comprobación por el empleador” (art. 78 del DNU que modifica la Ley N° Ley N° 20.744)
La modificación leída así rápidamente no parece mal, sin embargo, bajo esa apariencia de favorable, no se considera que, en la realidad de precarización laboral argentina, es un riesgo, ya que puede ocurrir que los empleadores obliguen- bajo presión- a esa embarazada a realizar trabajo hasta los 10 días antes de la fecha de parto y eso sí es un peligro. La desregulación de las indemnizaciones, que prevé el DNU, es uno de los aspectos más resbalosos y peligrosos para los y las trabajadoras. Claro, nada desconocido para el personal de casas particulares que de trabajo no registrado, lamentablemente, conocen bien. Este rubro es uno de los más feminizados, más pobres y menos regulados de nuestro país. Más del 90% de las trabajadoras de casas particulares son mujeres y sólo el 30% está fuera de la informalidad. “Es el rubro en el que existe más fraude laboral y si le quitan la posibilidad de esas multas, la desprotección para este sector es total” (opina Estefanía Pozzo)
Otra de las modificaciones que prevé el DNU y afecta los derechos de las mujeres es la eliminación de la doble indemnización por despido estando embarazada. Así se elimina la prohibición de “Despido por causa del embarazo”, al modificarlo, no incorpora el último párrafo que estaba en la normativa anterior, en el que se aseguraba el derecho a percibir una “indemnización duplicada” en caso de despidos durante el período determinado por la norma.
No es menor que el 30% de los hogares son monomarentales, sostenidos mayoritariamente por mujeres o identidades feminizadas, por lo que las medidas de ajuste económico impactan sobre los sectores más empobrecidos, y aún más crudamente sobre las mujeres y diversidades.
Las mujeres y diversidades tenemos menor tasa de empleo y más precario que la de los varones. Condición que seguirá siendo desfavorable y se agravará aún más con la situación de crisis instaurada actualmente en la Argentina.
LA LEY OMNIBUS TAMBIÉN AFECTA LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Esta misma actitud también se hace presente en algunas de las medidas del proyecto de Ley Ómnibus. En el mismo se propone modificar la Ley N° 27.611 de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocida como Ley de los 1000 Días, reemplazando el término de “personas gestantes” por “madres embarazadas” y agregando la noción de «niño por nacer», al cual se le reconoce existencia desde la concepción.
Los cambios también alcanzarían a la Ley N° 7.499 de Capacitación Obligatoria en la temática de Género y Violencia Contra las Mujeres, también denominada Ley Micaela. En este caso, se busca pasar de una capacitación destinada a todas aquellas personas “que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación” a una enfocada en “aquellos que se desempeñen en la función pública en los organismos competentes en la materia”, es decir, la realizarían únicamente los integrantes del Ministerio de Capital Humano. Además, en cuanto al contenido a abordar durante las capacitaciones, se propone sustituir la expresión «temática de género y violencia contra las mujeres» por «temática violencia familiar y contra la mujer«, nuevamente desconociendo las diversidades, como así también los distintos tipos de violencia.
Otra cuestión preocupante, es la propuesta que se incluía en el Proyecto de Ley Ómnibus de reforma al Artículo 435 del Código Civil y Comercial, en el que se promovía la posibilidad de disolución del vínculo matrimonial por vía administrativa y ya no necesariamente a través de un proceso judicial, lo que puede vulnerar los derechos de las mujeres que no contarían con el asesoramiento adecuado para la protección de sus derechos. Frente a esto, cabe destacar que el asesoramiento jurídico es la principal fuente de conocimiento de nuestros derechos y permite pensar en términos de igualdad a la hora de la disolución de un vínculo legal.
Por último, respecto a la Ley N° 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo de Argentina, si bien no se contempla dentro del proyecto de Ley Ómnibus, podemos recoger indicios de lo que ocurrirá con ella a través de las opiniones brindadas por el presidente en distintas publicaciones y entrevistas. En la misma plataforma electoral del partido político “La Libertad Avanza” se manifiesta el interés por la defensa del derecho a la vida desde la concepción. Esto es repetido por el mismo presidente, cuando aún era candidato, en una entrevista realizada por Alejandro Fantino en su programa “La Cosa en Sí”, donde declara: «Estoy en contra del aborto, porque está en contra del derecho a la vida» y añade “Si fuese presidente, por lo menos haría un plebiscito, y si el resultado es a favor mío, se elimina la ley”.
“ANTE EL ODIO, ANTE EL MIEDO, NOS PONEMOS EL PAÑUELO”
Emulando a Trump en Estados Unidos, o a Bolsonaro en Brasil, Milei intenta destruir al feminismo. Parece que entre lo que más le molesta del Feminismo está su transversalidad, que sabe armar redes y actuar en unidad.
En síntesis, todas estas medidas provocan un retroceso de décadas en materia legislativa respecto a los derechos alcanzados por las mujeres, mientras que desconocen completamente las identidades diversas. Su carácter regresivo y conservador constituye claramente una violación a los derechos humanos.
Necesitamos de manera urgente políticas que protejan a las personas en situación de violencia por motivos identitarios y de género, que promuevan en diversos ámbitos una sociedad más empática y plural, y para ello la implementación plena de la ESI y otras leyes feministas es fundamental. Por todo esto, este 8M no se festeja, se lucha.
- * Melisa Lata es Licenciada en Comunicación Social e integrante del área de Comunicación del ISEPCi.
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