Con tarifas y transportes congelados, dólar estable y fuerte caída de las ventas, ¿Cuál es la causa de la continuidad sin pausa de los fuertes aumentos en los alimentos de los últimos dos meses?
Escriben: Isaac Rudnik y Juan Fresno
Según el relevamiento mensual de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), en 350 comercios de 20 distritos del conurbano bonaerense, en enero los precios de los alimentos sumaron en promedio un 5,16%.
Una familia de dos adultos y dos niños pequeños en diciembre pasado con $14,541,11 cubría sus gastos de alimentos durante un mes, en enero requirió 700 pesos más, o sea 15.291,42 para el mismo consumo.
Pero si consideramos los últimos dos meses (diciembre/enero), vemos que los alimentos subieron 9,64% (4,27% en diciembre + 5,16% en enero).
En los primeros días de enero se lanzó una nueva versión de Precios Cuidados, con una expectativa (según el propio gobierno) de constituir precios de referencia, que contribuyeran a desacelerar los constantes aumentos que se produjeron a lo largo de 2019. Los resultados -por lo menos hasta ahora- no son los esperados.
Algunos de los productos de la Canasta Básica que más aumentaron están entre los “Precios Cuidados”, otros no. Lo cierto es que este programa no es una barrera efectiva para frenar el ímpetu de los empresarios para remarcar.
Durante el año 2019 los valores de las Canastas Básicas no dejaron de incrementarse por la devaluación del peso, los aumentos de las tarifas de gas y energía eléctrica, y las subas en los combustibles que a su vez impulsaban hacia arriba los precios del transporte. Sin embargo en los últimos días se suspendieron aumentos, algunos que ya venían diferidos desde la administración Macri, mientras que otros se impusieron a partir del 10 de diciembre.
Así, el 18 de diciembre el nuevo gobierno postergó aumentos en gas y electricidad por 180 días; el 29 de diciembre el presidente le ordenó a YPF anular el aumento del 5% anunciado en las naftas para ese mismo día. El 4 de enero se congelaron hasta el 30 de abril los precios de los boletos de “los servicios de transporte público de pasajeros por automotor urbano y suburbano y ferroviario de superficie, metropolitanos, regionales y larga distancia, de jurisdicción nacional”. Por otro lado, el valor del dólar permanece estable en el orden de los 63 pesos por unidad desde el mes de noviembre.
Con tarifas y transportes congelados, dólar estable y fuerte caída de las ventas, ¿Cuál es la causa de la continuidad sin pausa de los fuertes aumentos en los alimentos de los últimos dos meses? El argumento de que fue reinstalado el IVA y trasladado a precios para muchos productos que no lo tenían parece débil, toda vez que los incrementos vienen marcando tendencia con el IVA y sin él.
Los empresarios formadores de precios, integrantes de la cadena de producción y comercialización resisten cualquier cambio que pudiera afectar sus intereses. Utilizan su posición dominante en el mercado para impedir la ampliación de los productos de la canasta básica de alimentos incluidos en los precios cuidados, y frenan el avance de la sanción de la ley de góndolas.
Como ha sucedido en otros momentos de fuerte recesión en la economía nacional, prefieren ventas reducidas con amplios márgenes de ganancia por unidad a apostar al riesgo de una rápida reactivación del consumo interno que masifique las ventas.
Los sucesivos instrumentos que se van poniendo en marcha como la tarjeta alimentaria, los aumentos en las asignaciones sociales, en las jubilaciones o los salarios mínimos, corren el riesgo de ser absorbidos por la vorágine diaria de aumentos cuya única justificación es la voracidad de empresarios cuya meta es continuar agrandando sus ganancias, aun en los períodos de recesión.
El control de los precios de los alimentos básicos es en estos días mas necesario que nunca.