Ante los indetenibles aumentos de los alimentos, el Presidente se comprometió a actuar contra “los “vivos” que se enriquecen a costa de los pobres “bobos” que estamos condenados a pagar lo que consumimos.
Escriben: Isaac Rudnik y Juan Fresno
Según el relevamiento mensual de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), en 450 comercios de 20 distritos del conurbano bonaerense en febrero los precios de los alimentos sumaron en promedio 1,81%. En los dos primeros meses la suba fue de 7,06%.
En diciembre una familia de dos adultos y dos niños/as pequeños/as precisaba $ 14.541,11, para cubrir los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) durante un mes; en febrero necesitó $15.567,71, o sea $1026,60 más.
El rubro carnicería encabezó los aumentos con un 8,86%, seguido de los productos de almacén que subieron 7,76%, mientras que las frutas y verduras se incrementaron “solo” un 3,20%.
El arroz (+27%), azúcar (+37%), yogurt, yerba (+20%), pescado y nalga (+12%), y el asado (+10,37%) lideraron los aumentos de los alimentos en el primer bimestre de 2020.
En enero los precios de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en el conurbano aumentaron 5,18%. Entonces dijimos:
Con tarifas y transportes congelados, dólar estable y fuerte caída de las ventas, ¿Cuál es la causa de la continuidad sin pausa de los fuertes aumentos en los alimentos de los últimos dos meses?
Dijimos que los grandes empresarios formadores de precios de los alimentos básicos eran responsables de aumentos desmesurados que no se correspondían con los costos que estaban congelados. Reclamamos del Gobierno un control de precios más efectivo que el programa de “Precios Cuidados”, centrado en los productos de la Canasta Básica.
Hoy, el Presidente Alberto Fernández en el discurso de apertura de sesiones legislativas, se expresó en el mismo sentido:
“Que los precios dejen de crecer en Argentina es una responsabilidad de todos. El Estado, este Gobierno Nacional, se va a poner al frente de la batalla contra la inflación usando todas las herramientas legales con las que cuenta. No es posible que con la moneda estabilizada y las tarifas congeladas al igual que los combustibles, el precio de los alimentos siga creciendo».
«Vamos a exigirles total responsabilidad a los formadores de precios. Argentina no resiste más el abuso de quienes “preservan” su rentabilidad a costa de consumidores condenados a pagar sus “excesos preventivos”. Debemos terminar con la Argentina de los “vivos” que se enriquecen a costa de los pobres “bobos” que estamos condenados a pagar lo que consumimos».
La continuidad del cáncer de la inflación depende de una multiplicidad de factores cuyo control requiere de un abordaje paciente, perseverante y consecuente, tomado desde distintos frentes, con resultados probablemente graduales. El control directo sobre los productores y las cadenas oligopólicas de comercialización es un paso que no será suficiente, pero es indispensable dar inmediatamente..
Por eso es fundamental que el anuncio del presidente se cumpla consecuentemente.