SERGIO MASSA, DE MINISTRO DE ECONOMÍA A CANDIDATO A PRESIDENTE

ONCE MESES DE GESTIÓN Y 102% DE INFLACIÓN EN LOS ALIMENTOS BÁSICOS

Isaac Rudnik*

Massa tiene sobrados y meritorios resultados para mostrarle a los que buscan consolidar un modelo que garantice la continuidad de un patrón de distribución cada vez más desigual. Fue elegido candidato del gobierno para “tranquilizar” al FMI y a los grupos económicos más poderosos. El “control social” ante la profundización del ajuste, lo garantizarían las conducciones sindicales y los movimientos sociales oficialistas.

Según el relevamiento mensual que realizamos desde Índice Barrial de Precios (IBP) en 900 comercios de cercanía de veinte distritos del conurbano bonaerense, el valor de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para una familia de dos personas adultas y dos peques, en junio alcanzó a $102.266,27. Esto significó un incremento de 6,57% respecto a los $95.965,51 que los mismos productos costaban en mayo. Mientras que en lo que va del año el incremento del costo de los alimentos es cercano al 60%.

Por otro lado, la Canasta Básica Total (CBT) que suma a los alimentos básicos un universo de productos igualmente indispensables para la vida cotidiana (salud, educación, transporte, vestido, tarifas, etc.), alcanzó en junio para el hogar de cuatro integrantes un valor de $228.053,27 o sea $14.050 más que en mayo. En el inicio de 2023 la misma familia necesitaba $146.226,09 para costear los mismos gastos, por lo que en el curso de los últimos seis meses debió agregar a sus ingresos unos 80 mil pesos más, para no caer por debajo de la línea de pobreza.

LOS NÚMEROS DE MASSA

Sergio Massa asumió el Ministerio de Economía el 7 de agosto de 2022. Once meses después, el 23 de junio de este año fue elegido candidato a presidente de la coalición que gobierna y pretende seguir haciéndolo con este aspirante a la primera magistratura. Se supone que el Ministro/candidato debería tener buenos resultados para mostrar de su gestión. Veamos algunos:

Al momento de asumir, en agosto del año pasado, el costo de la CBA en los negocios de cercanía de los barrios populares para una familia de cuatro integrantes (dos personas adultas y dos peques) llegaba a $50.411,85. A finales de junio, cuando lo escogieron como candidato, la misma canasta valía $102.266,27. Los gastos de almacén y verdulería subían más del 100% y las carnes 74%.

Pero lo más significativo surge cuando comparamos esos aumentos en las Canastas Básicas, con los incrementos de las remuneraciones que perciben los sectores de menores recursos. Es claro que ni en la Jubilación, en el Salario Mínimos o en la Asignación Universal por Hijo –por mencionar sólo algunos ejemplos- los aumentos otorgados llegan al 100%, por lo tanto, en todos los casos hay significativas pérdidas de poder adquisitivo durante ese período.

En el caso de las Jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo, son remuneraciones que dependen exclusivamente de la caja del estado, por lo que esta diferencia respecto a la inflación, directamente implica un ajuste –descenso en términos reales- del gasto social. Obviamente esto no es un mérito que vaya a ser valorado positivamente por el conjunto de la población, pero sí por los que exigen ajuste del déficit fiscal.

¿Quiénes son los que permanentemente reclaman ajuste del déficit fiscal?

El FMI lo dice explícitamente. Desde hace varias semanas el gobierno mantiene negociaciones con el Fondo para destrabar el envío de remesas que le permitan aliviar la compleja situación signada por la escasez de divisas en el Banco Central. El Fondo exige más recortes al gasto social y una fuerte devaluación que provocaría un salto en la inflación. La inflación –más allá de los debates sobre sus “orígenes multicausales” y las dificultades para controlarla- en estos meses ha sido un poderoso mecanismo de traslado de ingresos hacia los sectores más concentrados.

Ante el advenimiento de una época en la que se multiplicarían los ingresos externos al país, vía exportaciones de petróleo, gas y litio, Massa tiene sobrados y meritorios resultados para mostrar, a los que buscan consolidar un modelo que garantice que, si efectivamente llegan más recursos a la Argentina, éstos sigan un patrón de distribución cada vez más desigual.

Fue elegido candidato del gobierno para “tranquilizar” al FMI y a los grupos económicos más poderosos. El “control social” ante la profundización del ajuste, lo garantizarían las conducciones sindicales y los movimientos sociales oficialistas.

ANEXO- LOS ALIMENTOS QUE MÁS AUMENTARON EN LA GESTIÓN DE SERGIO MASSA

Datos construidos según la información de nuestro Indice Barrial de Precios
Datos construidos según la información de nuestro Indice Barrial de Precios.
Datos construidos según la información de nuestro Indice Barrial de Precios.

*Isaac Rudnik es Director Nacional del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI). Contacto: 11-41882603/ Prensa: 11-36483667