Por Isaac Rudnik*
El ajuste principal sobre los presupuestos de los trabajadores y trabajadoras en los últimos meses viene la mano de las subas que el propio gobierno impulsa en los servicios regulados que controla. Durante el presente año la llegada de las boletas a los domicilios de los hogares, se ha convertido en una pesadilla mensual cada vez más difícil de absorber.
En octubre pasado los alimentos que componen la Canasta Básica volvieron a tener un aumento importante en los barrios populares del conurbano bonaerense. Según el relevamiento que desde el Índice Barrial de Precios (IBP) hacemos todos los meses en los negocios de cercanía, una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as necesitó $414,923,16 para solventar sus necesidades básicas alimenticias, contra $398.562,21 de septiembre. (+4,10%). Un año atrás, en octubre de 2023, la misma familia precisó $159.153,96, por lo que la variación llegó a 160,71% en un año.
Desde hace varios meses venimos mostrando que la inestabilidad y la consecuente incertidumbre, es la característica principal que atraviesan los presupuestos de los hogares de menores ingresos. En octubre, de la mano de fuertes incrementos de algunos de los productos de almacén, la canasta de alimentos volvió a acusar importantes subas. El almacén aumentó 8,86% (entre otros, polenta 36,36%; pan 13,64%; yogurt 18,18%; queso de rallar 13,45%; gaseosas 15,38%). La verdulería influida por algunas bajas (papas -16,67%; manzanas -4,55%; lechuga -11,76%) tuvo un descenso de 2,03%. Mientras los precios de las carnes permanecieron estables.
Los productos de almacén también lideran los aumentos anuales de precios (183%); seguidos por las frutas y verduras (171,82%) y las carnes (120,82%).
Los servicios y la Canasta Básica Total
En una nota publicada en agosto pasado, en esta página advertíamos:
“La política de tarifas de servicios implementada a partir de diciembre, que alterna eliminación de subsidios con desregulación, claramente está cambiando los precios relativos entre bienes y servicios, y en consecuencia la composición del gasto de los consumidores…Con ingresos estables de los consumidores, el aumento de la tarifa de luz, prepaga, transporte, etc., en relación a los alimentos, tiene altas chances de influir y alterar la composición de los gastos, léase la canasta de consumo.” https://isepci.org.ar/el-indice-de-precios-al-consumidor-un-termometro-descalibrado/
El reflejo inmediato de esta situación signada por incrementos permanentes de servicios indispensables e insustituibles para la vida cotidiana de las familias, se expresa en el mayor aumento que en los últimos meses acusa las Canasta Básica Total (CBT) respecto a los valores de la Canasta Básica de Alimentos (CBA).
Así, mientras la Canasta de Alimentos(CBA) tuvo en octubre una suba mensual de 4,1% ; la Canasta Básica Total(CBT) que incluye además de los alimentos los servicios esenciales como tarifas, transporte y comunicación aumentó 4,57%.
Los salarios, los alimentos y los servicios
Pero es quizás en la comparación de los distintos rubros que componen el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el INDEC todos los meses, con la variación del Índice de Salarios que también publica el mismo INDEC, donde se puede constatar la brecha entre los incrementos de los servicios regulados por el gobierno y los aumentos de sueldos que obtienen los asalariados de los diferentes sectores.
En la observación desagregada para el período que va de diciembre 2023 a julio 2024 (última publicación del Índice de Salarios del INDEC) se puede ver que los incrementos salariales a los trabajadores registrados (105%) y no registrados (98,5%), y a los empleados públicos (84,9%) cubren holgadamente las subas de los alimentos (76%), pero están lejos de equiparar los aumentos en los gastos de agua, electricidad, gas (161%), transporte (104,4%), y comunicación (143,7%).
Durante el presente año la llegada de las boletas a los domicilios de los hogares se ha convertido en una pesadilla mensual cada vez más difícil de absorber.
Si la misma observación de la variación desagregada entre los salarios, los alimentos y los servicios en el período de doce meses de julio 2023 a julio 2024 la brecha es proporcionalmente mayor, con el agravante de que en este caso las subas salariales tampoco cubren los aumentos de los alimentos.
Siempre según los registros del INDEC, los salarios de los trabajadores registrados en doce meses subieron 235%, los no registrados 178,9% y los empleados públicos 170%. Mientras los alimentos se incrementaron 275,8%, los servicios de agua, electricidad y gas 306,6%, el transporte aumentó 289,5%, y los gastos en comunicación se incrementaron 318,5%.
Como venimos explicando apoyados en una multiplicidad de datos, muchos de ellos sacados de las propias estadísticas oficiales, el ajuste principal sobre los presupuestos de los trabajadores y trabajadoras en los últimos meses viene la mano de las subas que el propio gobierno impulsa en los servicios regulados que controla.
Y no hay ningún indicio que esta orientación del oficialismo vaya a variar en el próximo período.
*Isaac Rudnik es Director Nacional del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
**Diseño de nota: Manuela Rebori
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