Por Sebastían Martino
La carrera electoral hacia la presidencia estadounidense en este 2024 se está presentando como una de las más imprevistas, escandalosas y zigzagueantes de las últimas décadas. Desde su asunción como candidata Kamala Harris no deja de crecer en las encuestas.
Contexto hacia el desastre
La campaña se viene desarrollando con giros vertiginosos y difíciles de anticipar. Con acentos en asuntos tan disímiles que van desde la política internacional y el nuevo rol que debe cumplir los Estados Unidos a nivel global hasta los problemas de política económica interna con alta inflación, bajo desempleo, pero al mismo tiempo decaimiento en el poder adquisitivo real de sus ciudadanos. Desde los problemas de seguridad interna y de inmigración hasta las aptitudes de los candidatos. Desde teorías conspirativas hasta debates fallidos que confabulan a favor de las mismas. Con acusaciones cruzadas de alto calibre por parte de ambos candidatos. Sin embargo, en estos últimos quince días, la carrera ha girado en una curva de alta velocidad como pudiera ser la curva N° 16 del circuito de Spa-Francorchamps y nos ha dejado un nuevo panorama con nuevos corredores hacia la bandera a cuadros final.
Trump, armas y campaña al rojo vivo
El pasado sábado 13 de julio, mientras el candidato republicano Donald Trump realizaba un mitin de campaña en el condado de Butler del Estado de Pensilvania, se preparaba y apostaba un joven de 20 años, Thomas Mathew Crooks, en un tejado cercano al estrado, a unos 200 metros, con un rifle apuntando hacia la cabeza del candidato republicano, listo para la ejecución. Al momento de efectuar el disparo, como si hubiese sido escrito por un guionista de cine, Trump realiza un leve giro de su cabeza hacia la izquierda y la bala solo roza su oreja derecha. En ese mismo instante suceden dos cosas, como lo suelen hacer en las salas de cine también, el servicio de inteligencia identifica al agresor y lo abate desde las posiciones elevadas en otros tejados tomados por los agentes de seguridad, al mismo tiempo que Trump era retirado del escenario por personal del servicio entre la confusión del público, vítores, y tal vez una de las fotos más icónicas que vayamos a tener en el futuro cercano, el candidato levantando su puño derecho y agitando al público al grito de Fight !!! (lucha).
Lo primero que surge como observación son las severas fallas en el dispositivo de seguridad. Según trascendidos del noticioso CNN, en varios mensajes del servicio de seguridad publicados por la cadena se puede leer a los agentes observar «Chico merodeando alrededor del edificio en el que estamos» «Lo vi con un telémetro mirando hacia el escenario. Si quieres avisa a los francotiradores de los SS para que estén atentos. Le perdí de vista». La primera acusada fue la responsable del operativo y directora del servicio secreto, Kimberley Chitlea, quien compareció en una audiencia realizada el día posterior al atentado, frente a la Cámara de Representantes, por pedido de la misma cámara. En el interrogatorio, Cheatle, de 53 años, defendió el trabajo de los agentes, pero también reconoció que el atentado fue «el fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas» para luego dimitir a su rol en el servicio de inteligencia como no era de otra manera esperable.
Y si bien no es la primera vez que sucede en Estados Unidos un atentado contra un presidente o expresidente, de hecho ya sucedió unas 7 veces, siendo tal vez la más resonada el asesinato de John F Kennedy, no deja de poner nuevamente el foco en el fácil acceso a las armas de alto calibre por la población en general. En este caso Thomas tomó el rifle de su padre, quien, como muchos norteamericanos, ostenta orgullosamente su colección de armas, con el resultado irónico de que justamente el candidato defensor de la libre portación haya sido víctima de un atentado de esta clase. Pero que también, este atentado fallido, ha logrado zanjar las diferencias hacia el interior del republicanismo permitiéndole que de una vez por todas se unifique todo el partido bajo su candidatura, afianzado la base de votantes y dejando una de las imágenes simbólicas más impactantes del año. No solo el candidato con un apósito en su oreja derecha, sino miles de seguidores republicanos portando el mismo vendaje en símbolo de apoyo.
Biden y la crónica de una candidatura imposible
El último debate presidencial del día 27 de junio, impulsado por el mismo por espacio demócrata, buscando revertir la imagen de un frágil estado de salud por parte de Joe Biden, solo provocó lo contrario. Es decir, una acentuación en la duda de la idoneidad por parte de Biden para comandar un segundo mandato en la Casa Blanca.
Desde ese último round televisivo, la candidatura del actual presidente fue puesta en duda no solo por la población estadounidense en general sino también por todo el arco demócrata. El 4 de julio, día festivo por la independencia estadounidense, Joe Biden realizó una entrevista televisiva con el programa Morning Joe donde lanzó un discurso furioso enfrentándose a sus detractores, hacia quienes pedían su retiro, incluida la propia tropa, exigiendo a sus compañeros que se pusiera fin al pedido de retiro de candidatura y cometiendo una vez más un furcio inexplicable: «estoy orgulloso de haber sido la primera mujer negra en servir con un presidente negro»
El 11 de julio, en la cumbre de la OTAN, Biden confundió al presidente de Ucrania Volodimir Zelenski con su par Ruso Vladimir Putin «Y ahora quiero ceder la palabra al presidente de Ucrania, que tiene tanto coraje como determinación. Señoras y señores, el presidente Putín» y no solo eso, sino que en el mismo día en que confundió a dos presidentes enfrentados por una guerra llamó a su vicepresidenta Kamala Harris «mi vicepresidenta Trump«.
El 18 de julio, durante una entrevista Biden volvió a olvidarse el nombre de su secretario de Defensa a quién llamó «tipo negro». «Todo se basa en tratar a la gente con dignidad. Y se trata de… Mira, por ejemplo los debates que estoy recibiendo porque… emmm… nombre al… al… al secretario de Defensa… al tipo negro».
Estos furcios y lapsus solo se suman a los ya cometidos con anterioridad: En noviembre del 2022, Biden confundió la guerra de Irak con el conflicto entre Rusia y Ucrania. “La inflación es un problema mundial en este momento debido a la guerra en Irak y el impacto en el petróleo y lo que está haciendo Rusia”, En marzo del 2021 olvidó el nombre de su secretario de Defensa, Lloyd Austin “Y quiero agradecer al sec, el, el, ah, ex general. Sigo llamándolo general, pero mi, mi… el tipo que dirige ese equipo allí” solo por citar algunos.
Así es que desde aquel fallido debate fueron ya demasiadas las voces que se sumaron al pedido para que baje su candidatura a la presidencia: en una carta muy dura publicada unos dias después, el aclamado actor y referente demócrata, George Clooney rezaba «Me encanta Joe Biden como senador, como vicepresidente y como presidente. Lo considero un amigo y creo en él. Creo en su carácter. Creo en su moral. En los últimos cuatro años, ha ganado muchas de las batallas a las que se ha enfrentado. Pero la única batalla que no puede ganar es la lucha contra el tiempo. Ninguno de nosotros puede. Es devastador decirlo». También a través de una carta lo hizo el cofundador de Netflix, Hastings, al New York Times «Biden debe hacerse a un lado para permitir que un líder demócrata fuerte venza a Trump y nos mantenga seguros y prósperos”, quien junto a su esposa donaron más de 20 millones de dólares al Partido Demócrata.
Desde la tropa propia también se escucharon las voces críticas a esta candidatura: el primero en pedir la retirada de Biden este viernes fue Sean Casten, de Illinois «Es hora de pasar la posta» afirmó, que aunque le «rompía el corazón decirlo», tenía que declarar que el presidente «ya no está a la altura del cargo». Poco después, en un comunicado conjunto, otros cuatro demócratas exhortaron a Biden «a pesar de la gran admiración que tenemos por Biden hay que enfrentar la realidad de que existe preocupación entre el público sobre su edad y aptitud para gobernar durante otros cuatro años y vencer a Trump en noviembre, por lo cual creemos que lo más responsable y patriótico que puede hacer en este momento es retirarse como nuestro candidato mientras continúa liderando nuestro partido desde la Casa Blanca». Entre los legisladores que firman el comunicado figura el afroamericano Marc Veasey por Texas, Jesús «Chuy» García por Wisconsin, Jared Huffman por California y la siempre influyente Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes. Sumado a todas estas voces en contra, se pliega el transcendido del ex presidente Barack Obama pidiendo justamente la baja de la candidatura de su entonces videpresidente.
Además desde el frente empresarial, más de 170 líderes industriales firmaron una petición publicada en el New York Times para pedirle a Biden que se bajara de la carrera. “En este momento crucial para nuestra nación, es hora de consolidar su legado pasando la antorcha de la nominación presidencial de este año a la próxima generación de demócratas altamente capacitados”, dice el comunicado de la coalición Leadership Now Project, que nuclea a 400 ejecutivos políticamente activos, en su mayoría -no todos- inclinados hacia la izquierda estadounidense.
Kamala Harris, mujer, asiática, y candidata demócrata
Es que se desprende de la lectura política y de las encuestas que lo más redituable para la campaña republicana era la permanencia de Biden en la carrera electoral. Es por esto que todo el arco demócrata, desde actores, delfines, políticos y empresarios propios ejercieron presión para doblegar la voluntad del actual presidente en favor de la actual vicepresidenta. Y lo han conseguido, en Estados Unidos las campañas se miden en millones de dólares y apoyos estratégicos. Ahora la posta la toma Kamala Harris, y si bien aún falta que se expida el comité demócrata aceptando su candidatura, la realidad ya ha golpeado la mesa.
Es así que el viernes 26 de julio, Kamala Harris, asume la campaña a la presidencia por el partido demócrata a definirse en noviembre de este año. La Vicepresidenta de EE. UU. confirmó su participación a la máxima función pública del país norteamericano a través de un mensaje en la red social X: «Hoy firmé los formularios declarando oficialmente mi candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Trabajaré duro para ganar cada voto. Y en noviembre, nuestra campaña impulsada por el pueblo ganará» así también el expresidente de Estados Unidos Barack Obama y su esposa, Michelle Obama, dijeron este viernes 26 de julio en un vídeo electoral que harán todo lo posible para llevar a Kamala Harris, a la Casa Blanca. “Llamamos para decir que Michelle y yo no podríamos estar más orgullosos de respaldarla y hacer todo lo posible para que supere esta elección y llegue al Despacho Oval “.
Para la mayoría de los expertos la verdadera campaña comienza ahora con la disputa Harris-Trump. Kamala ha contado o cuenta con tres escenarios favorables: el primero es que por la obstinación de Biden a bajarse se ahorró la campaña de candidatura hacia adentro del partido demócrata donde podría haber perdido las internas. El segundo es que hereda una campaña ya armada con el dinero ya aportado, es más, en un solo día de candidata se observó un aumento en los aportes. El tercero es que vuelve a poner en el escenario el tema de la edad, solo que ahora favorable a ella, que teniendo 59 años lo deja a Trump como el candidato de mayor de edad de la historia de las elecciones norteamericanas. Sin embargo, estos tres factores no aseguran para nada una ventaja, ya que la propia Kamala enfrenta dificultades; ser la primera mujer negra y de origen asiático es un gran escollo, que si bien, la posiciona favorablemente dentro del sector progresista estadounidense, representa una gran barrera para los sectores más conservadores, aún dentro del partido demócrata.
Conclusiones
Desde la perspectiva demócrata, la campaña deberá basarse en ofrecer esperanza para una campaña ya viciada de miedo, más aún reforzada en este sentimiento con el atentado perpetrado contra Trump. El humor y la burla pueden resultar clave contra un candidato susceptible al escarnio y la caricaturización. Centrarse en su experiencia como ex fiscal general, puede ser favorable, lo cual la ubicaría como garante de la seguridad, pero también como acusadora de Trump tomando ella el rol de fiscal y Donald el de ex convicto. Por otro lado, luego del atentado, no solo ha reforzado Trump su base electoral, sino que ha unificado el escenario republicano, no siempre asequible a ordenarse bajo su persona. Si bien las encuestas publicadas por el sitio de ABC nos dan cuenta de una imagen positiva para Kamala Harris de un 42,4% y de un 43,3% para Donald Trump, en los últimos la candidata demócrata no deja de crecer, mientras el republicano está visiblemente estancado. Si bien todavía es muy pronto para poder avizorar resultados posibles, podemos decir que nos quedan menos de 100 días para una de las elecciones más electrizantes de los últimos tal vez 100 años, que aún nos puede presentar más de una sorpresa.
- *Sebastián Martino, es investigador de nuestro instituto e integra el área del Patio Trasero.
Fuentes:
https://www.ambito.com/mundo/los-errores-y-las-confusiones-joe-biden-que-lo-empujaron-bajar-su-candidatura-eeuu-n6035756 (furcios de biden)
https://www.infobae.com/america/mundo/2024/07/21/de-george-clooney-a-obama-todos-los-que-pidieron-que-joe-biden-retirara-su-candidatura-presidencial/ (repudio de famosos a biden)
https://www.pagina12.com.ar/753531-estdos-unidos-otros-diez-legisladores-piden-que-biden-declin (repudio de propia tropa hacia trump)