En los dos primeros años del actual gobierno se perdieron 64 mil puestos de trabajo en la industria

El gobierno viene publicando información sobre crecimiento de la actividad económica, del empleo y de la recaudación fiscal, descenso de la pobreza y la indigencia, etc, que estarían instalando una tendencia positiva para la marcha de la economía. Sin embargo el último informe del INDEC explicita que tres de cada cuatro puestos de trabajo generados durante el año anterior son en negro (o sea no registrados)  o cuentapropistas.  Si a esto le agregamos que en los dos primeros años de la actual administración se perdieron 64.000 (sesenta y cuatro mil) puestos en la industria, se completa un escenario nada alentador. Pero para hacer un análisis serio, es importante observar la evolución de todos estos datos en el conjunto de este período.

Según la información oficial, la economía, después de haber caído un 1,8% en 2016, creció en 2017 2,9%. Pero la tasa de desempleo, durante el mismo período descendió de 7,6 % en diciembre de 2016, a 7,2% en el mismo mes del año pasado. La recuperación operada en 2017, produjo un mínimo descenso de la desocupación, proporcionalmente más pequeño que el crecimiento de la economía.

Si hubo descenso en la desocupación corresponde analizar qué tipo de empleo se ha creado en el campo del empleo registrado, siempre según las publicaciones oficiales. El informe del INDEC de esta semana dice que de 507 mil puestos creados en 2017, sólo 127 mil fueron registrados (o en blanco), 157 mil fueron en negro, y 223 mil cuentapropistas.  El crecimiento se concentró primero entre los cuentapropistas, seguidos por los trabajadores en negro, y por último en los trabajadores formales o en blanco.

Para tener un panorama completo veamos las publicaciones del Ministerio de Trabajo de la Nación. Se podría decir que el trabajo registrado, que goza de ciertas condiciones como seguro social, aportes jubilatorios, aguinaldo, etc. está contemplado básicamente por los asalariados privados, pero también una gran parte del sector público. Dentro de este último es frecuente encontrar trabajo precarizado donde se factura vía monotributo.

En el cuadro precedente se ven las diferentes modalidades ocupacionales relevadas por el Ministerio de Trabajo.

Dentro de la categoría de asalariados públicos se crearon 70.700 nuevos puestos, contemplando nivel nacional, provincial y municipal. Con respecto a asalariadas de casas particulares (empleo doméstico) aumentaron en 35.000 puestos de trabajo. Por el lado de los independientes autónomos hubo 3.000 bajas.

Según los datos analizados puede se puede notar que el empleo de calidad, no ha tenido un crecimiento significativo (asalariados privados: en dos años sólo se crearon 41.000 puestos de trabajo). De esta manera los beneficios impositivos y las facilidades que se le otorgan a las empresas (incluyendo el giro judicial en los asuntos laborales) no dan el resultado esperado por el gobierno.

Dentro del rubro de los trabajadores independientes con monotributo, hubo considerable aumento de 142.700 personas dadas de alta. Cabe aclarar esta expansión se debe en gran parte a la nueva disposición que los beneficiarios de AUH pueden ser monotributistas a partir de abril 2016. Por lo cual, este aumento del rubro no significa que en su mayoría son nuevos puestos de trabajo, sino por el contrario, eran personas que ya realizaban trabajo de cuentapropista, pero a partir de la nueva disposición están registrados.

La cantidad total de puestos de trabajos creados, o sea, tanto el empleo de calidad como el que no lo  es, no llega a cubrir el crecimiento vegetativo del mercado laboral, ya que los nuevos puestos laborales no alcanzan para emplear a los nuevos ciudadanos y ciudadanas que intentan ingresar año a año al mercado laboral. Por lo cual a pesar de los datos positivos acerca del crecimiento del PBI en 2017 (2,9%), luego de un 2016 de caída (1,8%), el mercado laboral no reconoce una expansión, sino que está estancado.

En  el monotributo social se sumaron 66.300 altas a este tipo de empleo. Es una categoría especial que agrupa a trabajadores que realicen una única actividad económica, hasta un máximo de 3 personas, o como forma de cooperativa con un mínimo de 6 personas. El monto de facturación es relativamente bajo para un emprendimiento. La actividad económica se enmarca dentro del desarrollo local y la economía social y abarca a sectores históricamente excluidos en situación de vulnerabilidad, entre ellos a la mayoría de las actuales cooperativas de los Movimientos Sociales.

Análisis según rama de actividad. Asalariados privados

En el cuadro siguiente se pueden ver las variaciones de empleo registrado privado por actividad, analizando los rubros que tuvieron cambios significativos.

Las dos variaciones más importantes en cantidad de empleos se pueden ver en la rama de Industria manufacturera y construcción por el otro. La baja en industria está íntimamente relacionada con el modelo económico propuesto por el gobierno. No es prioridad la fabricación de manufacturas donde las necesidades del mercado interno están suplidas por las importaciones. Así se perdieron casi 64.000 puestos de trabajo. Por otro lado la construcción recobró protagonismo como impulsor de la economía, pero básicamente es por obra pública, y no inversión privada. En la actividad minera, una de las más beneficiadas con el objetivo de atraer inversiones, también descendió la cantidad de trabajadores.

Es difícil ver cuál es el proyecto del oficialismo que impulsará crecimiento de fuentes de trabajo con remuneraciones y condiciones dignas.

Isaac Rudnik – Sebastián Smerling

ISEPCi | Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana

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