Es un hecho que la campaña de este año 2024 hacia la presidencia estadounidense está dejando momentos memorables, situaciones inusitadas, cambios repentinos y, por sobre todo, una lucha muy pareja por el salón oval. La dimisión a la candidatura demócrata de Joe Biden y la postulación de su actual vicepresidenta abrió un nuevo capítulo a menos de cien días del desenlace final. En esta nota intentaremos desentrañar quién es Kamala Harris, sus posibilidades, la respuesta republicana y la esperanza demócrata.
Sebastián Martino*
Infancia, estudios y cargos políticos
Kamala Devi Harris nació el 20 de octubre de 1964 en Oackland, California. Hija de Donald Harris, un jamaiquino emigrado a los Estados Unidos, economista en la Universidad de Stanford y de Shyamala Gopalan, una mujer de origen indio y científica especialista en cáncer de mama. Es así que adquiere su tan mentada mezcla racial, es afroamericana a la vez que asiática. Todo un hecho para la política estadounidense, no solo es mujer, sino un crisol de razas en sí misma. Su infancia se desarrolló en una típica familia norteamericana de clase media en los suburbios de Berkley, California, donde sus padres cursaron sus estudios de posgrado. De niña fue muy cercana a su abuelo materno P.V. Gopalan. De hecho su nombre, Kamala, es un nombre sánscrito devenido de la diosa de la fortuna Laksmi. En este sentido, la ahora candidata, se ha pronunciado orgullosa de su herencia tanto india como africana. Cuando tenía siete años sus padres se divorciaron quedando bajo la custodia de su madre Shyamala y mudándose a Canadá, a la ciudad de Quebec, donde tanto ella como su hermana menor cursaron sus estudios secundarios. Terminados sus estudios medios se graduó en economía y ciencia política por la Universidad de Howard, ubicada en Washington D.C.
Las primeras participaciones en la política de Kamala se dan en el rol de fiscal general del distrito en el condado de Alameda, California, desde el año 1990 hasta el 1998. Para ya, en el año 2000, formar parte de la mesa chica de la fiscal electa por la ciudad de San Diego, Louise Renne. Recordemos que en Estados Unidos los fiscales también se eligen mediante un sistema electoral. En estos primeros años vemos un desarrollo político alrededor de su faceta legal. El 12 de noviembre de 2008, Harris anunció su candidatura a fiscal general de California, ganando la interna demócrata con el 33.6% por ciento de los votos. Mientras que, en las elecciones generales enfrentó al fiscal de distrito republicano Steve Cooley y lo venció por un margen inferior. Es así la primera mujer, la primera afroamericana y la primera surasiática estadounidense en ocupar el cargo de fiscal general en la historia del estado. Ya en su segundo mandato como fiscal general de California se enfrentó a la controversia de Isaac Espinoza. Isaac, padre y esposo de 29 años fue abatido a tiros en el cumplimiento de su deber por un joven de 21 años con una AK-47. Toda la sociedad, los medios y la liga de policías reclamaban la pena de muerte. Sin embargo, Harris se mantuvo firme a su promesa de campaña de no pedir, como fiscal, la pena de muerte.
Carrera por el senado
Después de 24 años como senadora, Barbara Boxer, anunció su intención de retirarse del escaño al final de su mandato en 2016. Harris fue la primera candidata en declarar sus intenciones para ocupar esa banca en el Senado, recibiendo el apoyo, dato no menor, del entonces presidente Barack Obama y su vicepresidente Joe Biden. La convención demócrata se celebró en febrero de 2016 consagrándola candidata para senadora. Harris entonces se enfrentó a la congresista y correligionaria demócrata Loretta Sánchez en la elección general, derrotándola por más del sesenta por ciento de los votos y siendo esta elección la primera vez donde no se presentó un republicano para el cargo en las elecciones generales. Después de su victoria, prometió proteger a los inmigrantes de las políticas del presidente electo Donald Trump y anunció su intención de permanecer en el cargo de fiscal general hasta finales de 2016.
Campaña presidencial trunca y vicepresidencia
Harris, con vistas a una posible candidatura presidencial para el 2020, comenzó a hacer campaña con tiempo. A partir de julio de 2018, invirtió más en publicidad en Facebook que cualquier otro senador. En julio de 2018, se anunció que publicaría un libro de memorias, otra señal de una posible candidatura. El 21 de enero de 2019, Harris anunció oficialmente su candidatura. Durante las primeras 24 horas, después de su anuncio, empató un récord establecido por Bernie Sanders en 2016 de la mayor cantidad de dinero recaudado en el día siguiente al anuncio.
Si bien, durante el primer debate presidencial demócrata en junio de 2019, Harris confrontó al ex vicepresidente Joe Biden por los comentarios «hirientes» que hizo, hablando con cariño de los senadores que se opusieron a los esfuerzos de integración en la década de 1970, se podría decir que salió airosa. Ya para el segundo debate, Harris fue confrontada por Biden y la congresista Tulsi Gabbard por su historial como fiscal general y sus políticas como la de haber bloqueado las pruebas de ADN de un preso condenado a muerte, o la controversia de Isaac Espinoza, perdiendo aquella ventaja inicial. Es por esto, que frente a una baja en sus niveles de intención de voto declinó su candidatura en favor de la de Joe Biden. Sin embargo, la carrera no terminó allí, ya que, el 11 de agosto de 2020, Biden anunció que había elegido a Harris como su vicepresidenta. Ella es de esta manera, la primera afroamericana, la primera estadounidense de origen hindú y la tercera mujer después de Geraldine Ferraro y Sarah Palin en ser elegida como candidata a la vicepresidencia en la fórmula de un partido importante. El resto ya es historia viva.
Convención demócrata y asunción
Si bien era ya conocido por todos que Kamala Harris es la elegida para correr la campaña presidencial por el partido demócrata, aún era necesario la aceptación en la Convención Nacional. Esta se desarrolló en Chicago, Illinois, del 19 al 22 de agosto, y es en este último día que se dió el acto de aceptación de candidatura. Los presentes fueron los pesos pesados del Partido Demócrata; Barak Obama y su esposa Michelle Obama, dieron su apoyo a la candidatura de Kamala, pero tal vez lo más importante fue el efecto simbólico. Todo parece indicar que la campaña, desde la dimisión de Joe Biden, tornará hacia el recuerdo del «yes we can» de Obama para transformase ahora en el «we are not going back» de Kamala, pero cumpliendo el mismo rol. Es que la campaña de Barak fue realmente buena y dejó mejores resultados, aún mejores que la anterior campaña de Biden, es por esto que más importante que las palabras de los Obama fue su presencia, para una revitalización de la campaña.
La aparición de la candidata a presidenta se dió entre vítores, espectadores llorando, y caras de ilusión. Señalando personas y compañeros, con un rostro de felicidad, comenzó su discurso de aceptación. Recordó su infancia y familia. Inició hablando de su madre, de sus raíces indias haciendo hincapié en la enseñanza de su madre «nunca dejes que nadie te diga quién eres» ,además omitiendo a su padre, que no fue un detalle menor. Tampoco mencionó su estancia en Canadá, pero si refirió el haber vivido en un barrio trabajador, enfatizando que esta «comunidad» se conformó entonces como su familia. Luego repasó su carrera como abogada y fiscal, ya sea fiscal general de ciudad o de estado. Siempre refiriendo a que la justicia «debe ser colectiva». Todo tratando de hablar al sector trabajador y de clase media de Estados Unidos.
Propuestas y posicionamientos políticos
Se presenta como la candidata que va a cerrar la grieta, con una candidatura orientada hacia la clase media y trabajadora, aseverando que ésta no tiene partido. De hecho, ya son una realidad los republicanos por Kamala. Y es aquí que suceden dos fenómenos, por un lado aquellos republicanos desencantados con la postulación de Trump, que tampoco encontraban representación en Biden, ahora lo hallan en Kamala. Esta nueva realidad golpea derecho en el centro de gravitación de la campaña de Donald Trump y el republicanismo.
Retomando el tópico clase media y trabajadores propuso impulsar medidas hacia la «economía de las oportunidades» destinada a permitir que todos puedan competir en igualdad de condiciones, con reducción en los costos de viviendas, salud, educación y préstamos a emprendedores. Sin embargo, en este punto evitó referirse al grave problema de inflación que atraviesa el país del norte.
En el marco de las libertades, expresadas en el sentido liberal del democratismo, mantiene su compromiso respecto a la libertad en la salud reproductiva, ya sea esta en la interrupción voluntaria del embarazo, controversia que ya la ha sabido ubicar en el centro de atención en su período como fiscal general de California, o en la posibilidad de acceder a tratamientos de salud orientados hacia una medicina reproductiva. Su negativa a la libre portación de armas se da en el marco de «la libertad de poder ir a la escuela sin miedo de ser tiroteado» esto, aunque lamentablemente pueda sonar surrealista, es una realidad que la mayoría de las escuelas y estudiantes deben afrontar diariamente. Recordemos que la libre portación o no de armas además es un tema candente de la política estadounidense que no solo divide aguas, sino que responde en términos de lobys y apoyos a campañas. Por último, en su paquete de propuestas domésticas se expresó en el problema de la inmigración y las fronteras, especialmente con la mexicana, manifestando respeto por la inmigración al mismo tiempo que mano dura en la frontera, junto con su compromiso de llevar adelante la ley de fronteras, frenada por la bancada republicana en la Cámara de Representantes.
En el aspecto internacional expresó la importancia de mantener el liderazgo estadounidense en asuntos como la inteligencia artificial, la tecnología de chips y la robótica, no dejando así estos en manos chinas. También manifestó la importancia de seguir siendo el policía del mundo, en un mundo cada vez más globalizado quien pueda tener hegemonía sobre las rutas comerciales tendrá una ventaja significativa. Frenar la guerra en Gaza negociando la situación y restitución de los rehenes tanto estadounidense como israelíes, al mismo tiempo que un alto al fuego, pero siempre manteniendo el respaldo al Estado de Israel y su posicionamiento como base operativa en medio oriente. También manifestó el apoyo incondicional tanto a Ucrania y Zelensky como a sus socios de la OTAN. No podemos dejar de observar la contraposición con las políticas de Donald Trump quien sostiene la libertad de Rusia en tanto autodeterminación, el no apoyo a Ucrania y la necesidad de rever el funcionamiento de la OTAN.
Respuesta republicana, encuestas y posibles escenarios
Este golpe maestro por parte del Partido Demócrata de bajar a Biden y subir a Harris ha trastocado una campaña que venía siendo muy sencilla para Trump. Frente a la disyuntiva de tener que cambiar de cuajo la estrategia de campaña, ha dado como resultado un llamado a debates presidenciales. Esto se debió a que confió en su fortaleza frente a las cámaras, de hecho, su estrellato y conocimiento masivo se dio luego de un reality show llamado «The Apprentice» con su icónica frase «you are fired». Después de algunas idas y vueltas finalmente acordaron empezar con un primer debate que se realizó el pasado martes 10.
Sin embargo, el pánico mayor en el Partido Republicano se da debido a que este cambio de estrategia mutó totalmente el escenario, que pasó de una carrera hacia la presidencia fácil para los conservadores, teniendo a Joe Biden como contraparte, a una disputa altamente competitiva. De hecho, algunas encuestas la posicionan a Kamala por delante de Trump con una intención de voto entre el 4% y el 2 %. Si bien todavía falta un estudio más profundo, al menos en los estados péndulo, todo parecería indicar una ventaja para Harris. Pero, por otro lado, el factor de ser mujer interracial no debe ser dejado de lado, en una sociedad tan conservadora esto puede ser un factor clave a la hora de la decisión del voto. Veremos cómo continúa la campaña, siendo que quedan menos de sesenta días, pero es esperable una campaña demócrata ridiculizando a Trump y volviendo sobre los pasos de la campaña de Obama, mientras que, del lado republicano habrá que esperar un reordenamiento de los ejes de campaña; siendo tal vez el más posible explotar el lado histriónico de su candidato, que en el primer debate cara a cara no le alcanzó para salir favorecido. Solo nos resta esperar esta recta final y definición de una carrera muy pareja con resultados dispares no solo para Estados Unidos sino para el mundo.
*Sebastián Martino es investigador del ISEPCi
FUENTES:
https://abcnews.go.com/538
https://www.bbc.com/mundo/articles/c51yrq358dmo
https://www.youtube.com/watch?v=hwXK8dHuDx8&t=46s