*Por Sebastián Andrés Martino
En el contexto de las elecciones en EEUU que influyen en el futuro reordenamiento mundial, América Latina, incluyendo a la Argentina, pareciera tener reservado durante los próximos años un rol de mera exportadora de energías y materias primas –una vez más-, mientras que Estados Unidos sería el proveedor exclusivo de bienes y servicios tecnológicos de punta.
Donald Trump y Joe Biden son dos de los candidatos menos populares de la historia, pero siendo que en Estados Unidos se elige el primer mandatario mediante colegios de electores, se dará un hecho inédito y tendrán por presidente a uno de ellos.
Resultados en las internas republicanas y demócratas
El martes 5 de marzo se votó simultáneamente en 15 estados, poniéndose en juego la mayor cantidad de electores que en ninguna otra jornada de las internas. Tanto para los republicanos como para los demócratas.
Por los republicanos los estados en discusión fueron Alaska, Alabama, Arkansas, California, Colorado, Massachusetts, Maine, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Virginia y Vermont. De este “supermartes” Donald Trump se retiró como el gran ganador obteniendo 674 delegados de los 854 en juego. La mayor cantidad de delegados los obtuvo en los estados California y Texas sacando 169 y 150 respectivamente, mientras que la candidata Halley solo ganó la contienda de Vermont obteniendo 9 delegados y ya ha retirado su candidatura. De esta manera Donald Trump obtuvo 1241 electores de los 1215 necesarios para ganar la contienda interna.
Por el lado demócrata se han puesto en juego los mismos estados más la Samoa Americana. En California el actual presidente Joe Biden ha conseguido 424 delegados mientras que Texas 244 electores, siendo estos dos estados sus puntos más fuertes. De manera que Biden obtiene 2107 electores demócratas de los 1968 necesarios para ganar la contienda partidaria.
Luego de la retirada electoral de Nicky Haley por los republicanos y la candidatura firme de Biden, ha quedado confirmado la reedición del duelo Trump-Biden cual revancha pugilística por la presidencia del -todavía hoy- país más importante del mundo.
Discursos y ejes de la campaña trumpista
La base de la campaña de Donald Trump, como fue otrora, se basa en los problemas internos tanto de seguridad, como de producción y trabajo. En términos del primer tópico, para el candidato republicano el problema de la epidemia de adicción al fentanilo, que es muy grave en algunas ciudades como filadelfia, junto a la inmigración son problemas de seguridad. Esta visión ya es una constante en el partido republicano, pero lo que está llamando la atención es que está siendo reproducida por gran parte de la población norteamericana, y también asumida por los demócratas en términos discursivos. Esta mirada acusa fuertemente a la inmigración mexicana, aunque está en baja en comparación con la inmigración desde otros países como El Salvador, Nicaragua etc. En este sentido la propuesta de Trump de cerrar las fronteras toma cada vez más fuerza al mismo tiempo que habilitaría la utilización de las fuerzas de seguridad dentro del propio territorio.
También asegura poder terminar con la guerra en Ucrania en menos de 24hs. Esto ya se puede avizorar hoy día cuando la ayuda estadounidense al país europeo por 64 mil millones de dólares se ve trabada por el republicanismo en la cámara baja. Al mismo tiempo esta propuesta cae bien en la población estadounidense ya que el apoyo o injerencia en la guerra ha causado un proceso inflacionario.
Se deja ver entonces en las propuestas de Trump, que Estados Unidos dejaría de ser el policía del mundo girando hacia un proteccionismo industrialista, como ya realizó en su anterior presidencia. Eligiendo entonces como su rival principal a China. Esto se debe a la visión de que el verdadero enemigo del país del norte será aquel que pueda proveer al mundo los bienes tecnológicos del futuro; autos eléctricos, robots domésticos, tecnología 5G y desarrollos en IA. En definitiva, que estas propuestas vuelven hacia el proteccionismo de la manufactura estadounidense poniendo al país en un lugar de hegemonía multilateral.
Acusaciones legales a Trump
El candidato republicano afronta casos por presunta interferencia electoral en el estado de Georgia en un intento de anular ilegítimamente elecciones del 2020. En Florida por la supuesta utilización de información clasificada y retención de la misma. Y por último en Washington DC por la acusación de instigación a la toma del Capitolio luego de la derrota republicana a manos de Joe Biden. La estrategia legal del candidato Donald Trump ha sido la de retrasar el avance de estas causas hasta después de las elecciones. Sin embargo, ha recibido un duro revés en dos de las tres causas ya que las cámaras de Georgia y Florida han desestimado estas postergaciones y podrían proceder con los casos antes de las elecciones de noviembre.
En el caso de Georgia, Trump y otras 18 personas fueron procesadas acusadas de participar en un plan para tratar de anular ilegalmente las elecciones presidenciales de 2020 en ese estado. Si bien el juez McCafee desestimó tres de los 13 cargos presentados contra Trump, las demás acusaciones siguen en pie y podrían retomarse si los fiscales así lo dictaminan. Hasta ahora la fiscal Willis ha pedido que el juicio comience en agosto, pero no hay una fecha fijada.
En el caso de los documentos clasificados, que se está llevando a cabo en el sur de Florida, la jueza de distrito Aileen Cannon, rechazó la petición de Trump para desestimar el caso. Trump argumenta que tenía autoridad para llevarse consigo documentos clasificados o sensibles después de abandonar la Casa Blanca. De todas formas, esta causa aún está abierta y en cauce y, pese a la decisión de Cannon en una primera instancia, aún existe la posibilidad de que el candidato republicano utilice la misma defensa.
Mientras que el caso de Washington y la posible instigación a la toma del capitolio, que en un momento estaba avanzando con la mayor rapidez entre todos los casos penales contra Trump, está ahora en suspenso mientras el Tribunal Supremo estudia si la condición de expresidente de Trump le otorgaría inmunidad frente a esos cargos penales.
Esperanza demócrata pero posible triunfo republicano
Lo vigoroso del discurso de Biden en el Estado de la Unión (el discurso frente a la cámara baja estadounidense) se ha presentado como una mitigación a las dudas respecto a su edad y su idoneidad. Al mismo tiempo la confianza del consumidor ha crecido, a pesar del proceso inflacionario que está sufriendo. También la baja en el desempleo, solo en el último mes se crearon más de 300 mil empleos. Sumado a esto, la ya comenzada campaña demócrata destinando decenas de millones de dólares a la misma, alentaban las esperanzas demócratas de tener una remontada en las encuestas.
Sin embargo, según varias encuestas, el candidato Donald Trump está encabezando la contienda electoral que se dirimirá en noviembre de este año. Según The Wall Street Journal este encabeza las encuestas en seis de los estados más disputados. Manteniendo una estrecha ventaja en seis de ellos: Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Carolina del Norte y Pensilvania. Biden lidera en Wisconsin. Estos resultados coinciden con los sondeos de The New York Times/Siena College. Las encuestas de The Wall Street Journal seguían revelando que los votantes tenían una impresión profundamente negativa de su rendimiento en el cargo, su resistencia mental y física y su gestión económica. Mientras que Trump mantiene una ventaja sobre Biden en casi todos los temas, y normalmente por mucho.
Conclusiones
En un contexto global donde se está rearmando el tablero internacional, podemos observar dos posiciones claras; el surgimiento de un multilateralismo donde se pondrán en juego la supremacía en energías y bienes tecnológicos. Es decir, lo que está en discusión es si el mundo le compra robots y autos eléctricos a Estados Unidos ó a China, y si el mismo mundo le compra energía a Rusia ó a América del Sur. En este sentido Estados Unidos parece relegar su posición de policía y hegemón mundial para tener una posición de liderazgo más multilateral. Basta solo recordar las doctrinas de la escuela geopolítica alemana de Hausenhofer respecto de los hegemones del norte (Estados Unidos sobre América; Rusia sobre Asia; Alemania sobre Europa y África; Japón sobre el pacifico) y la misma doctrina norteamericana de Patio Trasero como para observar su miramiento hacia su sur inmediato.
En esta misma línea vale recordar que el gobierno argentino acaba de redirigir su política exterior hacia una alianza muy parecida a la de los años noventa con Estados Unidos y el mundo llamado occidental. Bajo este concepto el presidente Milei se presentó hace unos días, vestido con uniforme de fajina en Ushuaia anunciando junto a Laura Richardson -jefa del Comando Sur de EEUU- la próxima instalación de una base militar norteamericana en el territorio nacional. Como conjugar este alineamiento incondicional con la presencia de la OTAN en el Atlántico Sur, para ser más precisos, en las islas Malvinas, Georgias y Sándwichs del Sur, donde nuestro país disputa soberanía con el Reino Unido.
En definitiva en noviembre, independientemente de la muy posible victoria de Donald Trump, se definirá gran parte del reordenamiento mundial. Y en este contexto, América Latina -incluyendo a la Argentina- pareciera tener para los próximos años reservado un rol de mera exportadora de energías y materias primas, mientras que los Estados Unidos serían el exclusivo proveedor de bienes y servicios tecnológicos de punta para la región.
*Sebastián Andrés Martino, es Coordinador del área de Educación del ISEPCi e integrante del Patio Trasero.
Contacto Prensa: 11-36483667
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/articles/c4ndl595z80o
https://www.nytimes.com/es/2024/04/03/espanol/biden-trump-encuesta-wsj.html
